Preocupaciones

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Choji se fue con Sanko, quien a pesar de todo no se sentía muy a gusto con la compañía del otro joven, cuando por fin llegaron a la vivienda del Uzumaki, el Akimichi le comento que podría descansar en su cuarto si así lo deseaba, ya que no sabría decirle en cuanto tiempo regresaría Naruto, el joven así lo hizo, mientras el peli naranja, se puso a cocinar, confiando que el oji azul estaría bien.

Al llegar a la torre, la Quinta Hokage, estaba firmando papeles, la investigación sobre lo que había sucedido un día antes, la tenía un poco preocupada, al menos ya habían encontrado ah alguien de confianza que pudiese desbloquear la mente de aquel chico, se sentía presionada, en especial porque Eiko preguntaba sobre su pareja, quien al parecer no tenía conocimiento del estado del joven, estaba por tomar de su botella de sake, cuando la puerta sonó, por lo que dejo la misma oculta en su cajonera.

-Adelante -hablo con la cara fruncida, desapareciendo esta, al ver al rubio siendo hombre, a lado de su nuevo compañero de equipo.

-Permiso Obachan -respondió el rubio jalando del brazo a su amigo Sai.

-¿Sucede algo? -pregunto la Senju, intrigada.

-Me gustaría hablar contigo de algo muy importante Obachan -hablo seriamente Naruto.

-Cierren, pueden retirarse -comento la mujer, para que sus guardias se fueran, después de que el oji azul noto que ya estaban solos hablo.

-Sai quiere contar algunas cosas Obachan, yo solo vengo como intermediario para que no dudes de lo que diga -soltó, mirando la sorpresa de la mujer, quien miraba de uno al otro a la expectativa de lo que fuesen a decir.

-Hokage-sama, fui enviado por Danzo, para espiar todos los movimientos de Naruto e informarle de los mismos -soltó el pelinegro, viendo la molestia en la Hokage.

-¿Por qué revelar esto?, ¡es acaso una trampa chiquillo! -exclamo furioso la Quinta, golpeando la mesa; sabiendo que no se había equivocado en sus suposiciones.

-Obachan, Sai tenía un sello activo en la lengua, lo acabo de desactivar, pero la marca sigue ahí, muéstrale -dijo sujetando la mano del mencionado para llevarlo con la mujer, cuando estuvieron cerca de la rubia, el pelinegro saco su lengua, mostrando el tatuaje.

-¿Cómo lo eliminaste Naruto? -pregunto consternada, identificando el tipo de maldición, eso explicaba porque nunca habían podido atrapar al viejo; cuando noto aquella unión de manos apretó sus puños.

-Aprendí a hacerlo, solo se necesita una serie de sellos y dar sangre voluntariamente, esta solo puede ser del mismo lugar en donde se encuentre el sello maldito y mezclar ambas sangres -termino de decir para sacar su lengua y señalarla, notando las mejillas rojas de la Hokage, solo sonrió al ver su incomodidad; ignorante y despistado de las actitudes de la oji miel.

-¿Sirve para cualquier tipo de sangre y sello maldito? -pregunto recomponiéndose la mujer.

-Si, no es la primera vez que lo hago, y no soy el único que sabe hacerlo, enseñé esto en donde estuve, hare lo mismo contigo Obachan y con Ino, para que sepan instruir solo ah algunos -dijo sonriendo, viendo la emoción en la Quinta. -Bueno, ya con eso, te puedo asegurar que lo que cuente Sai es verdad -agrego sonriendo.

-Pero como puedes confiar en el Naruto, apenas lo conoces -expreso la rubia ceñuda.

-Conozco a Naruto desde antes de entrar al equipo 7, tuvimos sexo -comento con aquella sonrisa.

-¡Sai! -exclamo avergonzado el rubio, notando la sorpresa de la mujer.

-¡Que!, Naruto desde cuando eres sexualmente activo, ¿perdiste tu virginidad con él? -comento alterada, sintiéndose asfixiada, saco su botella, para beber de inmediato

-Yo si la perdí con él, pero el ya no era virgen; me enamoré de Naruto desde entonces, cuando supe que él era a quien me enviaban a vigilar, no pude cumplir mi misión -hablo rojo del rostro. La Senju, bebía más sorbos de su botella, el Uzumaki quería huir de ahí, empezó a hacerse hacia atrás, para escapar de la mujer, sin embargo, esta lo noto.

-Quédate ahí Naruto, hablaremos luego, de que Sai me cuente todo sobre Raíz -exigió Tsunade seria. -Habla chico -comento más tranquila, a pesar de sentirse agobiada, dolida, mientras su rostro se miraba imperturbable, el pelinegro así lo hizo, contando todo de principio a fin, cuando termino de narrar todo, la Hokage estaba furiosa, por la vida que había llevado el chico. -Gracias, Sai; hoy mismo empezaremos a movernos para detener al anciano, para que todo se resuelva lo más pronto posible, solo necesitare que vayas a declarar, para que puedas irte a Suna en el tiempo que teníamos establecido, después de eso podremos hablar sobre qué quieres hacer -comento, sentada, bebiendo otro trago de la botella. -¡Ibiki! -exclamo la Quinta, para esperar que llegara el mencionado, quien lo hizo en poco tiempo.

-Si Hokage-sama -comento Morino, notando a dos personas con la Senju.

-Sai, se ira contigo para contarte sobre algunas cosas de Anbu Raíz, yo les seguiré después, no es tortura Ibiki, solo necesito que se redacte lo que te cuente -dijo notando la sorpresa en el hombre.

-De acuerdo Hokage-sama -respondió el ninja de la división.

-Ve con el Sai, yo iré después -hablo sonriendo al sentir pena por el joven que no era correspondido al parecer.

-Claro Hokage-sama, nos vemos luego Naruto -comento sonriendo con amor al rubio, quien le respondió el gesto apenado.

EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora