Preludio

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-Yo, lo siento Shino -comento. –(Carajo esto ya me está superando, me deje llevar, de nuevo al pensar en Shikamaru) -pensaba triste.

-Discúlpame tu a mí, lo que menos deseo es que pienses que solo quiero acostarme contigo, Naruto me gustaría que tuvieses una cita conmigo, así que por favor piénsalo, yo ya me voy, descansa -hablo besando la mejilla de la chica, para salir de la casa, la rubia solo se levantó de su asiento para asegurar su puerta, apenas se había dado cuenta que al parecer su amigo Nara aún no se había cambiado, así que se fue a su habitación, aun sintiendo el hormigueo en su intimidad, por lo que se metió en su cama, empezando a tocarse pensando en el recuerdo de la fricción de la polla de Shikamaru, mientras acariciaba sus pechos, frotando su clítoris, para empezar a meter sus dedos, uno tras otro, mientras hacia los movimientos cada vez un poco más rápidos.

-Aaahhh..., aaahhh..., Shika..., te deseo..., aaahhh..., te deseo demasiado..., aaahhh... -exclamo corriéndose, mientras se arqueaba de placer, sacándose los dígitos, observo la humedad de estos, con el recuerdo de lo mencionado por Shino, los acerco a su nariz. -Solo siento que huele normal -hablo limpiándose, suspirando por el éxtasis. Cerro sus ojos mientras hablaba al zorro. –(Kyubi, ¿ya estas despierto?) -pregunto mirando al zorro aun cansado.

-(Mocoso, el alcohol siempre me pondrá débil, aunque sea poco, pero dime, ¿que necesitas?) -hablo la bestia soñoliento.

-(Hay algún modo de que pueda ocultar mi aroma?) -pregunto el rubio.

-(Si, ¿pero porque necesitas ocultarlo?) -pregunto interesado, siempre que solía pasar algo con el alcohol, el kyubi no podía ayudar o saber mucho sobre lo que le pasaba al joven en el exterior.

-(Hay dos clanes, que pueden saber sobre lo que hago en mi intimidad o con quien, por mi aroma, ¿será que puedas ocultarlo por favor?) -pregunto el adolescente.

-(Esta bien, ahora ya déjame dormir) -respondió haciéndose bolita.

-(Gracias) -dijo el chico abrazando al gran zorro, para luego desaparecer.

-(Solo lo dejare libre con el chico Nara) -pensó el demonio durmiéndose.

Inmediatamente, el rubio se durmió, soñando que viajaba por el mundo con alguien, a las 3 de la mañana despertó al escuchar el ruido del despertador, recordó que ahora ya no le quedaba ropa limpia de chico para entrenar, por lo que de nuevo se dejó el jutsu y se vistió con ropa deportiva adecuada para los ejercicios, suspiro al darse cuenta que de nuevo usaría una tanga; al terminar de subir el cierre de aquella polera grande que le cubría hasta los muslos, debajo solo se asomaba un short entallado, que remarcaba la tanga que portaba, a pesar de que la polera le quedaba como vestido, se visualizaría si alzaba los brazos, termino de alistarse, para ir a preparar los jugos, en lo que llegaba Choji, cuando este llego a las 4 am, se venía muriendo de hambre, al ver a la chica que le recibió sonrió, notando que el rubio actuaba diferente con él, ya que apenas había sonreído por inercia, aquello le afecto. De nuevo Naruto le dio un batido a Choji quien lo tomo, para luego decirle que era hora de empezar, aún no había gente por las calles, por lo que comenzaron trotando, luego corrieron, hasta que llegaron al lago, Naruto le comento que era hora de hacer ejercicio, empezando a hacer una rutina que duro más de 1 hora, hasta que le dijo que era hora de enfriar sus cuerpos, para nadar, en ese momento en que vio a la mujer desnuda, su cara no pudo evitar sonrojarse, respirando calmadamente hasta que se tranquilizó, fue en ese momento, que apenas se dio cuenta que no habían hablado desde que llegase a su casa, aun se sentía cohibido por ver a la mujer en ropa interior, sobre todo al ver sus nalgas, pero la opresión en su pecho no desaparecía.

-Naruto, yo lo siento, si de algún modo te moleste, quizás creo que mejor deba irme -hablo intentando levantarse, estaba sudado, hambriento y prácticamente desnudo. Hasta que una mano lo detuvo en su lugar.

EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora