Egoísta

Retrocesos Parte 1

''Los retrocesos también producen muchos pensamientos obsesivos que entrampan a la mente en una especie de eco, de repetición de patrones de pensamiento''

Kakashi Hatake se encontraba en su casa, acostado en su cama, pensando, recordando, retrocediendo hasta la primera vez que conoció al rubio, la primera vez que lo cautivo sin saberlo y que apenas notaba, hasta este momento del primer día, en el que regresaba Naruto, después de casi 3 años de ausencia.

La primera vez que Kakashi Hatake, conocio a Naruto Uzumaki, penso que tenía una sonrisa pura y sincera, el peligris aun recordaba la broma que le había hecho el mocoso al que consideró un cabeza hueca, pero que tenía una sonrisa que irradiaba felicidad y se adentraba en tu corazón, cuando él te consideraba un amigo, pues a pesar de que en aquel momento veía poco creíble lo que pregonaba sobre volverse Hokage, ahora estaba más seguro que lo lograría, pues apenas cumpliría 16 años y se notaba que en aquel tiempo, lejos de la aldea, había sacado su potencial al máximo, no sabía que clase de entrenamiento había tenido con Jiraiya~sama, pero ahora ya no se arrepentia de haberle dicho aquella vez a Naruto, que entrenaría a Sasuke, y aunque lamentaba que el Uchiha, se hubiese ido por un camino de venganza y poder, estaba también seguro que Naruto lo traería de regreso.

Recordo el shock que le nublo la razón por unos momentos al verlo físicamente tan cambiado y que no pudo evitar jugarle una broma sólo para molestarlo, pues tenía anticipada la reacción de su ex alumno, sin embargo jamás visualizo aquél sonrojo por sus palabras, ni que el chico se atreviera a morder, lamer y susurrar aquellas palabras a su oído sólo para regresarle la broma, y lo que menos vio como algo posible es que su cuerpo reaccionará, vale ya había pensado que el pelirrubio realmente se miraba demasiado guapo y sexy, pero sufrir una erección por las acciones del Uzumaki, que no tenían nada de malicia, si que lo había puesto en un apuro, agradecía el libro que le había regalado el joven, el cual ocultaba un poco lo que empezaba a despertarse, pero en ese momento en lo único que pensaba y deseaba era que Naruto y los demás que estaban dentro de la oficina, no notaran que apenas se estaba empalmando, el podía esperar un poquito a que bajara sola, ya no era un crío puberto como antaño, lo que jamás previo después de eso, era notar la parte trasera de todo el cuerpo de su ex pupilo, y excitarse más, sin lograr bajar aquello, pues sabía que ahora tendría que masturbarse, y siendo un ninja listo, espero el momento para largarse de inmediato a su casa, en donde después de haber llegado, dejo el libro aun lado de su cama y recreo en su mente lo que había pasado unos momentos antes, y su fantasía lo premio con algo mucho mejor, imaginarse a Naruto jadeando, gimiendo, llamando su nombre, y besando su labios, y sin demora se empezó a masturbar, en aquella recámara sólo se escuchaban jadeos de un hombre excitado, gimiendo -¡Naruto!, ¡ahhh...!, ¡ahhh...! -hasta que logro correrse y ahí se dio cuenta, que estaba jodido y que tenía dos opciones, huir de algo que ya tenía tiempo que venía ignorando o afrontar el hecho que quería al adolescente a su lado, y sólo para estar seguro de su elección, se fue rumbo a la casa del muchacho, pues era más que obvio que no pelearia con él vistiendo un yukata.

Cuando llegó al departamento del joven, y una joven con la voz de Naruto le abrió, supo que no huiria, Naruto lo había sorprendido demasiado, y al verla caminando y al estar detrás de ella, no aguanto, quería estrujar aquellos enormes senos y sin pensar en las consecuencias actuó, joder, escuchar aquel sublime ruido que emano de la voz masculina del Uzumaki, era mucho mejor que la fantasía que había tenido, y aunque quería más de aquello, paró al escuchar la voz de Shikamaru Nara, diciéndole de igual forma al Uzumaki unas palabras, lo que paso, después de aquella tarde en aquella comida y del golpe, el peligris se retiro, tenía que resolver unas cosas y faltaba poco para la batalla, así que se retiro, era algo demasiado extraño lo que había pasado en casa de Naruto.