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- Hasta mañana, Okazaki-chan.- se despidió Hanako, una chica de preparatoria que tenía turno de noche.

- Adiós, Hanako-san.

Salió de la tienda ya cambiada y se dirigió a su moto. En mitad del camino a su casa, un gran grupo de personas llamó su atención. Nori no era muy curiosa pero esto le dio una extraña curiosidad que quería saciar.

Aparcó algo lejos de donde estaban y caminó hacia ellos silenciosamente poniéndose la capucha de la sudadera que llevaba. En medio de la plaza, había un ring improvisado donde había un chico bastante grande de tamaño golpeando a otro chico rubio de menor estatura y con pintas de pandillero cutre.

Le estaban dando una paliza que pronto haría que cayese inconsciente. Se imaginó a su pequeña hermana en la misma situación y sintió una extraña simpatía con el pobre chico; y empezó a caminar dirigiéndose hacia él para ayudarlo, pero un potente grito del menor hizo que se detuviera.

- ¡NO ME RENDIRÉ!- gritó el desconocido chico.- ¡LA ÚNICA FORMA DE GANAR SERÁ MATÁNDOME!

Su perseverancia sorprendió a la chica de ojos bicolores y también le hizo sonreír levemente.

- ¡TRAEDME UN BATE!

"Menudo cobarde "- pensó la peli negra.

- Kiyomasa se está pasando un poco.- comentó uno que estaba cerca algo nervioso.

La chica reanudó su caminata hacia el centro de la "plaza".

- ¿Quién demonios es?

- ¿Está loco? Lo van a matar si se entromete.- habló uno pensando que era un chico.

Nori se quitó la capucha, sorprendiendo a todos los presentes.

"¿Qué demonios? ¿Quién es?"- pensó Takemichi, confundido por la presencia de aquella desconocida chica que no había conocido en su línea temporal.

- Kiyomasa, ¿no?- preguntó retóricamente la chica quitándose la sudadera, dejando ver una camiseta corta que dejaba expuesto su trabajado abdomen.- Eres un cobarde, usando un bate...¿No eras un hombre?

- ¡¿AH?! ¿Y TU QUIÉN ERES, MALDITA?- gritó acercándose peligrosamente.

- Eso da igual.- contestó poniéndose en posición de lucha.- Ahora...¡pelea como un hombre, cobarde!

El chico, enfurecido, arremetió contra ella intentando darle un puñetazo en uno de sus pómulos, pero la peli negra lo esquivó fácilmente y le agarró con fuerza la muñeca para después tomar un impulso y darle una fuerte patada en la sien, dejándolo K.O en el suelo.

Todos estaban impresionados al ver como una desconocida chica había derribado en cuestión de segundos a su líder. En medio de la conmoción, Nori revisó que el chico rubio estuviera bien.

- ¿Estás bien chico?- preguntó con las facciones relajadas y serena, ayudándolo a levantarse. Takemichi creía que estaba viendo a un ángel.

- S-Si, gracias.- contestó aceptando su ayuda.

- Me alegro, nos vemos.- se despidió y se giró para irse.

- ¡Espera-!

Pero no pudo detenerla ya que se había esfumado antes de que pudiera decirle algo más.

"Ni si quiera le he preguntado su nombre"- pensó el rubio deprimido.

[...]

- Ya llegué.- avisó suavemente la peli negra dejando sus llaves y quitándose las botas.

- Okaeri~ .- le saludó la castaña.- Has tardado.

- Me he entretenido un poco.- se excusó sin dar muchos detalles.- ¿Qué hay de cenar?

𝐈𝐊𝐈𝐆𝐀𝐈 •| 𝐃𝐑𝐀𝐊𝐄𝐍 ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora