𝟑

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- ¡Espera Onee-san! Es un malentendido.- intentó detener la ojiverde a su enfurecida hermana.

- ¿Malentendido? Vi claramente como este mastodonte se atrevió a intimidarte.- replicó con furia.-  Nadie hace eso en mi presencia, ¿entiendes maldita farola?

- ¡¿AH?! ¿CÓMO TE -

El rubio no pudo terminar por la intervención de un chico al que la Okazaki había ignorado.

- Deja de pelear Ken-chin~.- dijo con tono infantil. Después miró a las otras cuatro personas y sonrió.- Nunca lastimaríamos a una mujer.

La tensión que había se disipó lentamente, y los demás estudiantes estaban más tranquilos. Pero la peli negra no bajaba la guardia y se acercó a su pequeña hermana.

- Oye, tú.- la llamó el chico bajito.- ¿Cómo te llamas?

Nori se giró y lo miró de forma severa, sin dejar de fruncir el ceño, dudando en contestar o irse de una vez por todas a pasar un buen rato con su hermana. Decidió contestarle, ese pequeño no le había hecho nada, y tampoco era tan cabrona.

- Okazaki Nori.- contestó cortante.

- ¡Onee-san! Sé más educada.- le regañó la menor.

El rubio de apodo, al parecer, Ken-chin, la miró seriamente pero en realidad sentía mucha curiosidad por la fémina. La observó de arriba a abajo, tenía una figura de reloj de arena y curvilínea con buenas caderas y un busto con un buen tamaño. Dejó de mirarla al ver que se giraba a verlo.

- ¡Tú eres la de la otra vez!- se escuchó el grito de Takemichi.

Nori se giró a mirarlo ante tal grito.

- Ah, hola chico.- saludó levantando una mano.

- ¿Os conocéis?- preguntó la chica que estaba atrapada por la farola.

- Nos vimos ayer, estaba metido en una pelea.- contó sin mucho interés.

- ¡Me salvaste!- exclamó el chico con admiración.- Soy Hanagaki Takemichi.

- Yo soy Tachibana Hinata.- se presentó la bajita.

- Un placer, gracias por cuidar de Nozomi.

- Entonces, ¿fuiste tú quien dejó inconsciente a Kiyomasa?- preguntó intrigado el rubio menor.

- ¿Así se llamaba ese gorila? Supongo que si.- asintió con la cabeza.

- Me llamo Mikey y él es Draken.- se presentó sin más.- Desde ahora somos amigos.

Todo quedó en silencio ante tal declaración.

- Me niego.- dijo Nori empezando a salir por la puerta seguida de su hermana. Todo se quedó aún más en silencio por la negación de la chica.

- ¿Eh? ¿Por qué no?- preguntó sorprendido Mikey.

- No tengo ningún interés en jugar a los amigos, tengo demasiadas cosas que hacer como para andarme con tonterías.- explicó mientras eran seguidas por todos.- ¿Por qué demonios nos seguís?

- ¡Onee-san! No seas tan grosera.- le regañó de nuevo.

Llegaron a dónde estaba aparcada la moto de la peli negra y todos miraron con sorpresa la moto.

- ¿Perteneces a alguna pandilla?- preguntó Draken.

- ¿Pandilla? Para nada.- contestó sin mirarle y poniéndose el casco.- Vamos Nozomi, cerrarán.

- Si Onee-san.

- Más te vale que no te vuelva a ver, poste de luz.- habló amenazadoramente mirándolo de reojo y dándole una fría mirada que asustaría a cualquiera, pero al alto rubio sólo lo calentó.

𝐈𝐊𝐈𝐆𝐀𝐈 •| 𝐃𝐑𝐀𝐊𝐄𝐍 ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora