𝟐𝟖

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—¿Qué...?

Baji Keisuke observó a Nori estupefacto, sin poder decir ni una sola palabra. Ni siquiera estaba seguro de que hubiera escuchado bien. ¿La novia de su Sub-Comandante creadora de la banda enemiga de la ToMan? ¿Qué broma pesada era esta?

—No es lo que piensas.—se corrigió torpemente la pelinegra. Suspiró intentando calmarse, y procedió a explicar.—Yo...Fue hace mucho tiempo. Sinceramente creí que fue disuelta al completo, no sabía que alguien seguía utilizando el nombre de Valhalla.

—¿Conocías a Kisaki...?—murmuró Baji, tratando de procesar la noticia, sin poder escuchar sus explicaciones, o más bien, sin creer en ellas.—Infiltraste a Kisaki en la ToMan. Incluso tu hermana es cercana a Emma, ¿acaso quieres acabar con Mikey? ¿Con la ToMan?

"No, no es así. No debería ser así. Yo solo quiero ayudar... Quiero salvaros..."

—¡¿ES ESO?! ¡¿EH?!

La Okazaki se paralizó al ver el aborrecimiento en los ojos del pelinegro, mirándola como si fuera lo más repugnante del mundo.

En ese momento lo supo, supo que se había encariñado demasiado con los integrantes de la Tokyo Manji, hasta llegar al punto de dolerle su rechazo.

—No es así.—no quiso mostrarse nerviosa, eso solo haría verla más sospechosa.—Ni siquiera conocía a la ToMan cuando formé Valha—

No pudo continuar, pues la mano de Keisuke en su cuello le hacía imposible hablar.

—¡NO ME MIENTAS! ¡Apareciste de la nada y después vino Kisaki!—gritó alterado.—¡No puede ser una jodida coincidencia!

—No conocía a ese mocoso hasta que Mikey lo presentó.—se estaba quedando sin aire. Debía liberarse pronto.

—¡Y una mierda!—exclamó con furia y rencor.—¡Jugaste con Draken! ¡¿Acaso te reías de él a sus espaldas?! ¡¿Te atreves a traicionarle?!

Esa fue la gota que colmó el vaso.

Kiri le dio una patada en el hueco poplíteo a Baji, provocando su inevitable caída. Sujetó sus brazos y, antes de que pudiera recomponerse, estrelló, sin pasarse, su cabeza contra el asfalto.

—¡Suéltame, malnacida! ¡¿Cómo te atreves a traicionarnos?! ¡Te dimos nuestra maldita confianza!

—Cállate.—habló en un tono frío y cortante, ocultando su mirada.

—¡Confiábamos en ti!

—¡HE DICHO QUE TE CALLES!—gritó haciendo callar al chico.—¡Tengo una maldita cicatriz en el ojo por enfrentarme a Moebius! ¡Salvé a Pah de ir a la puta cárcel! ¡Luché CON la ToMan la noche del festival! ¡Casi muero defendiendo a Draken!

Se creó un silencio después de lo dicho por la heterocromática. Keisuke se quedó pensativo y aturdido.

—No metería a Nozomi en algo así, Keisuke...—sus ojos empezaron a aguarse.—Solo tiene doce años...

Cuando Baji sintió que su agarre desapareció, se dio la vuelta, quedando Nori sobre su abdomen. Se sorprendió al ver lágrimas cayendo por las mejillas de la fémina.

—No traicionaría a la ToMan, Mikey, a ti...mucho menos a Ryu.—apoyó su frente en el pecho de Baji.—No quiero perder a nadie más...Solo quiero hacer carreras de motos con vosotros, quiero ver a Nozomi reír cuando está con vosotros, quiero estar con Ryu por el resto de mi vida...quiero ser feliz.

[...]

Era de noche, y curiosamente había empezado a llover de la nada.
En un callejón oscuro en el cual los gatos callejeros que vivían allí, miraban curiosos al par de amigos. El pelinegro se mantenía sentado con las piernas estiradas, sobre las que se mantenía sentada la Okazaki mientras ocultaba su rostro en el hueco del cuello.

𝐈𝐊𝐈𝐆𝐀𝐈 •| 𝐃𝐑𝐀𝐊𝐄𝐍 ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora