𝟑𝟏

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—¿Por qué tarda tanto?—preguntó impaciente Baji Keisuke.

Este y la Okazaki estaban en un cafetería que, siendo sinceros, no era muy famosa, pero tenía comida deliciosa, y eso era lo importante. Llevaban esperando como diez minutos, así que habían llegado bastante antes.

—Dijo que tardaría media hora, no seas impaciente. Tómate tu dulce.—farfulló metiéndole su pastelito en la boca, callando sus quejas al instante; el chico le fulminó con la mirada.

—¿Y bien?—preguntó al tragar completamente el dulce.

—Si especificas más podría contestarte.

—¿Qué relación tienes con ese "viejo conocido"? ¿Erais novios?

Nori casi deja escapar una carcajada.—Para nada. Él y yo no éramos más que amigos, casi hermanos.—Baji consiguió ver un ápice de nostalgia en la mirada de la chica.—Pero pasaron cosas que hizo que yo desapareciera de su vida de la nada. Bueno, eso hasta hoy. Realmente no sé porque ha contestado mi llamada.

—Porque te echaba de menos.

La intervención de una voz grave y serena hizo que ambos se giraran, encontrándose con un chico de un metro ochenta y tantos, cabello negro azabache, ojos almendrados de un color verde hipnotizante, y piel morena; resumiendo, un galán.

—Itō Haruo.—lo nombró la Okazaki.

"Draken, te doy el pésame."—pensó Baji mientras analizaba al nuevo.—"Hasta yo caería a sus pies."

—¿Cómo has estado, Reina?—preguntó Haruo con suavidad.

"¡Incluso le llama Reina!"—Keisuke observaba a la pareja boquiabierto.

—He tenido días mejores, la verdad. ¿Y tú?

—Ahora que te he visto mejor.—Itō contestó ofreciéndole una pequeña sonrisa.—Estás preciosa.

—Vaya, gracias.—respondió ella devolviéndole la sonrisa.—Tú estás más guapo, eso está claro.

—Ujum...—Baji tosió falsamente, haciéndose notar. Era incómodo ver cómo coqueteaban tan descaradamente, y molesto.

Los dos viejos amigos se volvieron hacia él, acordándose de su presencia.

Oh, es cierto. Haruo, él es Baji Keisuke. Keisuke, él es Itō Haruo.—los presentó con toda la naturalidad del mundo.

El recién llegado miró al antiguo miembro de la ToMan con recelo, al igual que el contrario.

—¿Tu novio?—habló Haruo después de unos segundos de silencio.

—No.

—Claro que no.

Respondieron ambos sin pensar, a lo que Nori lo miró con el ceño fruncido.

—Contestaste muy rápido, ¿acaso soy tan mala como para que ni siquiera dudes en no querer salir conmigo?

—¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS PREGUNTADO?!—gritó nervioso y avergonzado a la vez el pelinegro.—¡Estás saliendo con uno de mis amigos! ¡No digas eso!

Esta afirmación hizo que Haruo abriera los ojos más de lo normal.

—¿Estás...saliendo con alguien?—preguntó interrumpiendo la discusión que había empezado entre esos dos.

—Ahh...Si, estoy saliendo con alguien.—respondió dirigiéndole la mirada.—Llevamos apenas dos meses.

—Vaya, eso me ha sorprendido. Sinceramente, te veía viviendo sola con cinco gatos o, en el peor de los casos, viviendo con tu hermana hasta el final de vuestros días. Pobrecita...

𝐈𝐊𝐈𝐆𝐀𝐈 •| 𝐃𝐑𝐀𝐊𝐄𝐍 ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora