Canterbury, Kent. RU.
Wellington Road.
El camino boscoso que habían atravesado desde que aterrizaron en Canterbury y salieron del centro de la ciudad parecía terminar en ese momento, cuando imponente se presentó aquella hermosa mansión de estilo gótico rodeada por grandes jardines verdosos.
Atravesaron un pequeño puente que era custodiado por lo que parecían dos gargolas a cada extremo. El Rolls Royce color negro en el que iban se estacionó justo a la entrada de aquella casona, dónde el mismo hombre que le había visitado en Oxford el día anterior estaba esperando.
-"Bienvenidos a Wellington Road, ¿que tal el viaje? Señor Baldock, Profesora Cohen." Saludo con una sonrisa y quitándose el sombrero que tenía en su cabeza. Camila solo se limito a sonreír a medias y a hacer un ligero movimiento de cabeza.
En cambio Ethan sonrió en grande.
-"Muy bien Henry. ¿Dónde está?" Preguntó sin entrar en más detalles era obvio para los tres presentes de que hablaba. Así que el hombre regordete posó sus manos tras su espalda y con bastante solemnidad respondió. -"En el sótano, señor" Respondió Henry, Ethan simplemente asíntio mientras Camila bajaba a Ciro, soltando su pechera para que corriera por todo aquel jardín.
Camila debía admitir que era un lugar hermoso, como de película, quizá de terror, pero al fin película. La mansión de corte tétrico aunado al clima nebuloso le daban esa impresión a la profesora.
-"Uno de lo muchachos cuidara de Ciro mientras alguien de servicio te muestra tu habitación" Informo Ethan dirigiendo a Camila a la entrada, uno de los chicos de seguridad que custodiaba la casona era el encargado de vigilar al gran danés.
Pero Camila nego.
-"No. Quiero ver primero la cápsula, si resulta falsa hoy mismo salgo a Oxford sin necesidad de acomodar mis cosas" Sentenció la ojimarron con rostro serio. Ethan lanzo un pequeño suspiro pero aún así sonrió y estuvo de acuerdo. Mumurandole a Henry que los condujera al sótano.
En el camino hacia al antes mencionado sótano, cruzaron un gran recibidor con una mesa redonda de madera que tenía un florero gigante, que daba pie hacia una escalera doble, pero la castaña no tuvo tiempo de detallar más el lugar porque siguieron un largo pasillo que llevo a varias puertas madera hasta que una angostas escaleras subterráneas de aproximadamente treinta escalones polvorientos y poco iluminados. Henry fue el que tomo el lugar principal, Ethan por su parte cedió el paso a Camila, siendo el rubio quien ocupo el último lugar.
Al final de aquella escalera había una puerta de acero forjado con un viejo candado antiguo que Henry se encargó de abrir con algo de dificultad.
-"Wellington Road fue hecha por el barón Akos Görög, descendiente de una de las mayores dinastías astro - húngaras" Explico Ethan mientras entraban a aquel lugar aún más obscuro y misterioso. -"El baron estaba obsesionado con el fin de los tiempos, y con el regreso de los cuatro jinetes del apocalipsis, así que mando construir este búnker, a lo largo de su vida recolectó semillas de todo tipo, libros y armas que podrían servirle." Aseguro el ojiazul encendiendo unas luces parpadeantes que seguro habían tenido mejores días. -"Pero con la llegada de la primera Guerra Mundial, el pensó que por primera vez podría utilizar su fortaleza, pero resulta que murió ahogado en un río cerca de aquí mientras daba un paseo de media tarde" Mencionó Ethan encogiéndose de hombros. Camila solo lo veía interesada, mientras atravesaban una pequeña sala con varios libreros.
Henry abrió una puerta de madera del fondo donde el rubio y Camila entraron.
-"Nunca había escuchado hablar de el" Fue lo que comento la castaña.
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LA SANGRE MALDITA
FanfictionElla se sentía un monstruo, y tal vez lo era, o al menos sus vagos recuerdos la delataban, pero al ver el par de miradas que la veían como el ser más hermoso sobre la tierra, quizás su corazón comenzaría a latir de nuevo.