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Paris, Francia.

La ojimarron abrió con desesperación aquel sobre que había llegado a su departamento en Oxford y que amablemente el administrador del edificio había reenviado a su hotel a la ciudad del amor, era un sobre amarillo sellado y el remitente era Theodore Reiter, no tenía idea de lo que contenía pero al parecer era la copia de una carta escrita a máquina, que parecía bastante antigua por los rasgos aún visibles en la fotocopia. La carta estaba escrita en alemán, por lo que no entendía mucho de lo que decía. Estaba a punto de sacar su móvil para intentar traducir de manera rudimentaria con el traductor de internet, hasta que unos golpes en la puerta interrumpieron su labor. Guardo de inmediato el sobre bajo el colchón y camino a la puerta.

Se sorprendió al ver a Lauren, su boca casi se cae de su mandíbula al verla con un vestido negro ceñido a su cuerpo como una segunda piel, muy diferente a sus jeans y blusas que vestía normalmente.

-"Ethan me ha comprado un par de prendas, dice que debo verme más presentable ahora para la reunión con Vincent" Murmuró a modo de explicación luego de ver cómo Camila la barria con la mirada. La Profesora hizo apenas un mueca imperceptible ante la mención del rubio. Sabia que el día de ayer habían ido de comprar a algunas tiendas de la ciudad, y un día anterior habían comido juntos.

-"Estás preciosa" Halago simplemente, aunque era verdad, Lauren simplemente le sonrió en agradecimiento.

La situación era un tanto incomoda, poco o nada habían hablado, de hecho Camila había rehuido a cualquier intento de interacción de la criatura, hasta ahora.

-"He dejado pasar estos días porque no quería molestarte pero es obvio que algo te pasa.... Y quiero saber que es" Volvió a hablar Lauren, se notaba cierto nerviosismo en su voz, pero no quería dejar pasar más tiempo para hablar lo que sea que estuviera pasando con Camila.

-"No me sucede nada" Respondió simplemente la ojimarron, mientras se encogía de hombros. Un suspiro cansado salió de Lauren que la veía con una ceja en alto. Era obvio que no le creía.

-"¿Enserio? No sucede nada, pero me da la impresión que me evitas como si tuviera la peste" Mencionó Lauren, su tono no era del todo agradable, más bien iba dirigido con algo de reproche que por supuesto Camila pudo notar.

-"No te estoy evitando, simplemente te estoy dando tu espacio, es más que obvio que prefieres pasar tu tiempo con el señor Baldock" Respondió la ojimarron queriendo parecer indiferente, Lauren frunció el ceño. Pero Camila la ignoro entrando a su habitación donde su maleta abierta estaba sobre su cama.

-"Estoy pasando tiempo con Ethan por mi reunión con Agnes, además de que las veces que he tratado de acercarme a ti me ignoras" Justifico Lauren su ausencia siguiendo a Camila al interior de la habitación.

Era verdad, Camila se la pasaba encerrada en su habitación, y cuando salía inventaba cualquier pretexto para estar sola.

-"Bien, de todos modos creo que sobró, me iré a Oxford a arreglar unos asuntos y si cuando regresen a Wellington Road aún me necesitan, allí estaré" Explico llendo al pequeño closet de su habitación donde la sería castaña tomaba sus pertenencias para guardarlas.

Y allí fue cuando algo hizo click en Lauren, algo que ella misma había sentido hace unas semanas en Wellington Road. Y así se lo manifestó a la castaña. -"Estás celosa" No era una pregunta, era una afirmación, que hizo que Camila detuviera sus actividades.

-"Pro supuesto que no" Nego de inmediato. -"Solo creo que..." Pero Lauren no la dejo terminar.

-"No tienes porque estarlo, lo que siento por Ethan y por ti no podría ser más diferente" Explico mirando intensamente a la castaña. -"Con Ethan estoy aprendiendo poco a poco a confiar en los hombres, mientras que contigo he conocido lo que es el amor de verdad" Confesó lo último con la voz quebrada. Ante eso no pudo permanecer indiferente, dejo lo que estaba haciendo para prestarle toda su atención.

LA SANGRE MALDITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora