Canterbury, Kent, RU.
Los labios de Camila parecían perfectamente sincronizados con los suyos, la castaña la tenía tomada por la mejillas mientras devoraba su boca en la soledad de aquel bosque, habían salido a caminar en esa mañana nublada y húmeda. Y en el transcurso del camino Lauren había tomado la mano de Camila, habían hablado de muchas cosas hasta que comenzaron a intercambiar besos en medio de aquellos árboles de copa alta. Dónde poco a poco su cuerpo se fue recargando en uno de ellos sintiendo a Camila presionarse junto a ella.
Era cierto que en estos días habían intercambiado varios besos, algunos cariñosos y otros apasionados, pero este estaba algunos niveles arriba, Lauren por primera vez había sentido su lengua ser invadida por la de Camila, había sentido una sensación aterciopelada que había traspasado todos sus sentidos, se sentía palpitar en varias zonas aparte de su corazón, lo cual se vio reflejado en un leve gemido que no pudo contener.
Esperaba que la ojimarron no lo hubiese escuchado y poder seguir con sus actividades, pero al momento la ojimarron paro pegando su frente a la de ella y manteniendo sus ojos cerrados, su respiración estaba agotada y sus mejillas rosadas, probablemente ella estaba en igualdad de condiciones, lo que comprobaba que su sesión de besos le había afectado en la misma cantidad.
-"Lo siento" Se disculpo la ojiverde, aún manteniéndose ambas en la misma posición. Lauren sentía que había arruinado el momento con aquel sonido que había salido de ella.
Camila la miro con confusión, por fin abriendo sus ojos. -"¿Por?" Susurro muy cerca de su cara, su aliento cálido no alivio la opresión que sentía Lauren en su zona baja.
-"Ya sabes..." Respondió simplemente, avergonzada tanto si quiera para hablarlo. La ojimarron la vio con ternura y nego, para después dejar un beso superficial en su boca.
-"No hay nada que disculpar ni nada por lo que sentir vergüenza... Simplemente creo que es momento de parar y seguir admirando el paisaje" Mencionó dejando un beso en su frente, para después tomarla de la mano y guiar el camino.
Pasados unos minutos dónde siguieron caminando por aquel húmedo y desnivelado camino, Lauren rompió el cómodo silencio. -"¿Es diferente con una mujer? Sabes a lo que me refiero" Preguntó curiosa y no sabiendo de dónde había sacado valor para cuestionar.
Camila mordió su labio ante la sorpresa de la íntima pregunta, aún así no tuvo vergüenza en responder. -"Nunca he estado con un hombre para comparar, pero supongo que si es con la persona adecuada, se disfruta mucho sin importar el género, bueno y también dependiendo los gustos de cada quien, por supuesto." Respondió de manera honesta, Lauren asíntio entendiendo.
Camila tenía curiosidad también, pero no quería sobrepasar algún límite, sabiendo lo que Lauren había sufrido en ese aspecto en el pasado.
Así que prefirió cambiar de tema, y la acercó atrayendola a ella poniendo una mano en su cintura. "¿Cómo te sientes ante la posibilidad de ver a Agnes?" Preguntó la ojimarron cambiando de tema. Al ver la sonrisa de ilusión en su compañera supo que si Ethan se llevaba el crédito no importaba, lo importante era que Lauren fuera feliz.
-"Viajaremos la próxima semana, el dijo que está cuadrando todo para que mi historia sea creíble" Mencionó Lauren, la ojiverde regresaría a Francia después de tantos años, aunque realmente eran muchos más de los que Lauren podía percibir.
Camila asíntio sabiendo que el millonario rubio había tomado su idea de hacer pasar a Lauren como nieta de ella misma, para que nada se tornará raro, Ethan haría que todo funcionará así que por esa parte la profesora estaba contenta.
-"Todo va a salir perfecto" Murmuró dejando un beso en su sien, mientras la abrazaba por los hombros. Lauren cerro los ojos por la cercanía y por el contacto, sabiendo que deseaba que fuese con ella y compartir está experiencia con la profesora, con la persona que más se sentía segura en el mundo, pero el trato con Ethan era que ella no fuera, así que tenía que cumplir.
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LA SANGRE MALDITA
FanfictionElla se sentía un monstruo, y tal vez lo era, o al menos sus vagos recuerdos la delataban, pero al ver el par de miradas que la veían como el ser más hermoso sobre la tierra, quizás su corazón comenzaría a latir de nuevo.