EPÍLOGO

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En algún lugar del mundo.

La pelirroja mujer arropo al niño con cuidado, después quito el visor inalambrico con el que solía jugar videojuegos en línea. Vio el puchero qué hizo pero la ojimarron lo ignoro.

-"Lo siento Sy, es hora de dormir" Le dijo dándole un par de palmaditas en su brazo, entonces el niño asintio resignado.

-"¿Puedes terminar la historia de la vampiro y la historiadora?" Pidió el rubio con suplica. La mujer nego. -"Misa dijo que te la sabias" Murmuro el pequeño Sy, recordando lo que la rubia le había dicho el fin de semana pasado cuando ella había sido quien lo preparo para dormir.

-"Entonces espera a que ella la termine" Lo molesto picandole la barriga haciéndolo reír.

-"Vamos Karel" Pidió de nuevo haciendo ojos de cachorro qué no podían resistir sus vecinas, y quienes lo cuidaban los viernes que sus padres trabajaban hasta tarde.

La mujer de ojos marrones suspiro mirando al niño, y entonces sus recuerdos fueron exactamente a un lugar y a un momento. Y como si hubiera sido ayer podía pasar como película en su cabeza, finalmente se rindió y acepto el pedido del pequeño de ocho años, quien aplaudió emocionado.

-"Bien, esto paso hace muchos, pero muchos años... la vida tranquila y aburrida de cierta Profesora se vio interrumpida caundo unos toques a la puerta la llamaron" Comenzó Karel, pero fue interrumpida por el pequeño.

-"Eso ya lo se, Misa me contó esa parte" Refunfuño con fastidio haciendo reír a la mujer.

-"Esta bien, esta bien. ¿Entonces donde se quedo Misa?" Preguntó dándose por vencida.

-"En la parte más triste, dónde la Profesora muere" Dijo haciendo un puchero que enternecio a la mujer. Recordo perfectamente el momento, miro su mano artificial, que constaba de una parte robótica adherida a sus nervios qué prácticamente la hacían pasar por un miembro de carne y hueso. La tecnología había superado cualquier expectativa.

Y aunque le costó adaptarse. Llevaba una vida perfecta.

-"Parece que Misa se quedo en la mejor parte" Reflexiono recordando vagamente lo que sucedió después, pero lo había escuchado tiempo después por la propia Misa.

-"Bien la criatura lloraba amargamente la muerte de su amada, estaba desolada y perdida, el mundo se había terminado para ella junto a aquella Profesora..." Comenzó Karel a recordar, o más bien a revivir en su mente.

***
Lauren lloraba amargamente, no había poder humano que la separara de Camila en ese momento. La muerte en ese momento para ella, sería el regalo más preciado. Hasta que escuchó un pequeño suspiro por parte de la ojimarron. Afino sus oído y pudo escuchar un muy leve latido del corazón de la castaña.

-"Camila, mí amor" Susurro con desesperación. Camila estaba viva, estaba devil pero viva. No había tiempo para llevarla a un hospital. Prácticamente estaba bañada en sangre. Su cabeza maquino miles de escenarios para salvarla, pero el único viable estaba en sus manos.

Así que tomo su rostro, beso sus labios antes de recitar un perdón. Movió su rostro hacia un lado, haciendo espacio en su cuello. Mostró sus afilados colmillos y los clavos lo suficiente para inyectar su escencia en la ojimarron.

Quizá estaba siendo egoísta, pero no podría seguir sin su amor. Además estaba segura que no merecían aquel final.

Las venas de su cuello se hicieron notarías, paso lo que parecio una eternidad. Camila se retorcía de dolor, pero Lauren la acuñó en su regazo, hasta que todo paso, momentos despues la castaña abrió sus ojos, sus caracterisco color marrón fue reemplazado por un rojizo, la sangre dejo de brotar de su herida. La cual fue cerrando ante los ojos de Lauren.

LA SANGRE MALDITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora