Londres, UK.
La ojimarron observó la hora, suspirando con molestia e impaciencia. Diez minutos de retraso llevaba el hombre con quién tenía la reunión. Algo que siempre le molestaba en demasía era la impuntualidad, y ahora no tenía la mejor primer impresión del coleccionista privado, la asistente personal del hombre había sido quien la habia citado en aquella sala de reuniones privadas, en un importante hotel de la capital inglesa. Camila camino de un lado a otro por aquel lugar donde seguramente se cerraban negocios todos los días, ella esperaba también algo positivo para su causa.
Escucho como la puerta se abrió a sus espaldas, mordió su boca tratando de reprimir su mal humor, lo menos que quería era asustar al sujeto.
-"Disculpe la tardanza Profesora Cohen" Mencionó el hombre pelirrojo elegantemente vestido y con unos ojos azul celeste penetrantes. -"Tuve algunos imprevistos... Archivald Daniels" Se presentó de inmediato ofreciendo su mano. Camila no dudo en aceptarla.
-"Camila Cohen" Dijo simplemente tomando asiento. La Profesora nego cuando el pelirrojo le ofreció algo de tomar.
-"Debo admitir que me gustó mucho su libro sobre Experimentos Obscuros ¿Divinos?... Me parece muy acertivo que a pesar de demostrar su lado escéptico no deja de lado la espiritualidad y deja abierta la posibilidad de que quizá los Nazis llegaron a puertas que no muchos se atreven a abrir" Explico el hombre con una sonrisa, se notaba que era encantador por naturaleza, pero a Camila no le terminaba de convencer, así que simplemente le agradeció.
-"Señor Daniels, la Profesora Henson me pasó su contacto, me a dicho que es un ferviente coleccionista de artículos de la segunda guerra mundial, especialmente del área de Ciencias Obscuras y Divinas " Entabló la conversación al rumbo que ella queria. El hombre asíntio orgulloso.
-"Bien en realidad de la Primera y segunda guerra mundial, me interesa mucho el área bélica pero especialmente los experimentos en el Área de Ciencias Obscuras y Divinas, todo ese hermetismo con el que se manejo esa área, además de la poca información. Me intriga mucho" Pronunció el hombre acomodándose en su lugar, Camila asíntio entendiendolo.
-"¿Que opina del Doctor Marcel Fröhlich?" Cuestiono la castaña, viendo como el ojiazul apretaba la mandíbula ligeramente ante el nombre. Removiendose incómodo.
-"Era perverso, admito que me hubiese encantado saber que pasaba por su cabeza para hacer tanto daño" Se sincero el hombre de negocios.
Camila sonrió para sus adentros ante lo dicho. -"Bien, entonces puede que le interese esto" Comento mostrándole la primer carta de Marcel Fröhlich, firmada por supuesto como Alessio Rossi.
Una sonrisa casi imperceptible se llegó a instalar en la cara del pelirrojo, tomo su barbilla para analizar la imagen en la que se podía ver una carta antigua escaneada.
-"No entiendo Profesora Cohen" Murmuró el hombre regresando el documento. Entonces Camila le explicó que tenía un contacto que aseguraba que tenía tres cartas escritas por Marcel Fröhlich después de huir de Polonia en 1945. Bajo esa y otras identidades.
-"...mi contacto pide anonimato pero estoy cien por ciento segura de su veracidad, solo hay que transferirle la cantidad y al día siguiente enviara las cartas, evidentemente habrá que autentificar los artículos, yo recomiendo el Laboratorio de la Universidad de Oxford o el que usted prefiera." Dijo Camila de corrido, estaba nerviosa a decir verdad.
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LA SANGRE MALDITA
FanfictionElla se sentía un monstruo, y tal vez lo era, o al menos sus vagos recuerdos la delataban, pero al ver el par de miradas que la veían como el ser más hermoso sobre la tierra, quizás su corazón comenzaría a latir de nuevo.