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Canterbury, Kent, RU.

A la mañana siguiente Lauren se despertó gracias a un pequeño pajarito que golpeaba el vidrio del ventanal, se sorprendió al encontrarse sola, su desnudez la tapaba la manta que la propia ojimarron había colocado sobre ellas por la madrugada, cuando habían terminado de amarse por segunda vez y estaban agotadas.

Se sentía resplandeciente, cuando se sentó pudo ver qué la nubes grises seguían presentes en el cielo pero algunos rayos del astro rey comenzaban a colarse. Mordió su labio recordando la noche anterior, sonriendo al saber que no se había sentido tan viva desde hace tanto tiempo.

Y que jamás había disfrutado ese aspecto de su vida de esa forma.

Se vistió rápidamente y salió del estudio en busca de cierta castaña. Después de preguntar a alguna de las chicas de servicio supo que estaba en uno de los jardines traseros, tal vez parecía absurdo pero ahora que su amor estaba consumado, tenía tantas ansias por verla, por tocarla que no dudo en ir a su encuentro.

Y después de unos minutos caminando a lo largo de Wellington Road, la pudo ver a lo lejos casi en el granjero con un par de trabajadores con quiénes hablaba, un momento después se despidió de ellos y camino hasta donde la esperaba la ojiverde sonriendo, y cuando la tuvo a solo unos pasos también corto la distancia.

Lauren no pudo evitar recibirla con un abrazo apretado, era lo que más había deseado hacer desde que se despertó, y suspiro con satisfacción cuando la propia Camila la acercó más a ella, apretandola de forma cariñosa.

-"Anoche fue maravilloso" Pronunció en voz baja Lauren sobre su oído, para después dejar un par de besos en su mandíbula. Camila sonrió y aspiro el aroma de su cabello.

-"Fue perfecto" Estuvo de acuerdo la castaña. Sintió como Lauren dejaba pequeñas caricias en su nuca, moría por besarla pero ya estar abrazada en medio de uno de los jardines de Wellington Road era lo suficientemente sospechoso, así que se contuvo. -"Perdón por no amanecer a tu lado, pero cuando fui al baño por la mañana Shirley me dijo que una rama del árbol había caído sobre uno de los generadores de energía, lo que probablemente hizo que la perdieramos. Así que vine a ver" Informo la castaña, aún con Lauren en sus brazos.

-"Te extrañe al despertar" Respondió Lauren, sus labios rozando la mejilla de Camila.

-"¿Porque no vas y te alistas? Me gustaría que fuéramos a Canterbury a desayunar ¿Que opinas?" Invitó la ojimarron con una sonrisa que enamoro más a Lauren, que por supuesto acepto de inmediato.

Así que mientras Lauren fue a su habitación, Camila aprovecho para hacer lo mismo y prepararse, empacó en su mochila su portátil, ya que aprovecharía para revisar su correo, ya que su móvil se había quedado sin batería.

Momentos más tarde ambas se encontraban en el automóvil que Camila había pedido a Shirley, la ama de llaves de Wellington Road. El camino había sido ameno, mientras Camila platicaba un poco acerca de su trabajo en Oxford y de su vida en el Campus universitario.

Cuando menos lo pensaron ya se encontraban sentadas degustando su desayuno tradicional inglés en una cafetería local al centro de Canterbury. -"Es curioso que pareciera que el tiempo no ha transcurrido aquí" Murmuró Lauren mirando los edificios medievales de alrededor. Camila suspiro apreciando también la belleza de la cuidad y estando completamente de acuerdo.

-"Es preciosa. Si quieres más tarde podemos caminar por el centro, la catedral de Canterbury es una verdadera obra de arte" Mencionó Camila mordiendo su pan tostado, Lauren asíntio entusiasmada, sabía que la ojiverde estaba muy sensibilizada al arte, así que sabría que le fascinaría.

LA SANGRE MALDITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora