Le Mans, Francia.
Camila abrió la puerta de su habitación y dejo entrar primero a la ojiverde, pra después ella ingresar. Lauren camino con rumbo a la ventana, que no mostraba más que la calle y el edificio frente a ellas, la castaña se quedo parada en medio del lugar mirando a todos lados, esperando poder encontrar las palabras para poder iniciar la conversación. Sin saber que decir, quito su abrigo y dejo en la mesita de noche la caja de medicamento que había comprado en la farmacia. Lauren escucho el movimiento tras ella pero siguió con su vista clavada a la calle.
-"¿Como esta Ethan?" Escucho a Camila preguntar, apenas escuchar el nombre del rubio sintió un escalofrío en su cuerpo. Los acontecimientos de anoche muy recientes, peor aún el beso qué le había robado.
-"Sobreviviendo, la herida no toco ningún órgano, pero perdió mucha sangre, por lo que esta debil" Respondió por fin encarando a Camila qué pertenecía inmovil a un costado de la cama.
-"¿Y tu como estas?" Volvió a cuestionarle, la vista de Lauren fue a la mano con el vendaje de Camila.
-"Sabes que nadie puede hacerme daño, al menos no físicamente" Respondió, la última frase más seca de lo que quería. Se había sentido como un dardo directo a la Profesora, y quizá lo había sido.
La castaña bajo la cabeza, jugando con sus manos. Lauren suspiro, estaba enojada con Camila, incluso herida. Pero también estaba agradecida de estar en la misma habitación qué ella, compartiendo el mismo espacio. Ya que una parte de ella ya se había resignando a nunca verla. Lo que sin duda la consumía día a día. Pero sobre todo estaba intranquila. No le gustaba el aspecto de Camila, mucho menos sin saber que había sucedido para que su mano estuviera lastimada.
-"Lo siento Lau, actúe mal quizá, pero no con mala intención. Si no todo lo contrario" Pronunció Camila con arrepentimiento. -"El libro solo fue una excusa para proteger tu identidad ante Archivald Daniels, no buscaba hacer un libro sobre ti, solo quería que tuvieras un cierre pero en el descubrí cosas que no me gustaron" Explico Camila sintiéndose derrotada. Lauren se estremeció ante la mención del seudónimo de Marcel Frölich.
-"¿Como fue que te acercaste a ese hombre?... Archivald Daniels" Aclaro su pregunta, la castaña entonces se dedico a informale todo lo que sabía y como había sucedido, desde el acercamiento al nieto de Ernest Krumm y cada una de las cartas que tenía, hasta como su colega Dinah Jane la acercó al hombre que era un racio coleccionista de artículos de la guerra. Pero la castaña se canso de jurar y perjurar qué nunca le había hablado de ella, y que siendo honesta no entendía como o porque se había acercado.
También, solemnemente le había comunicado las probabilidades altas qué había de que Marcel Frolich siguiera vivo y que se hubiera inyectado la misma sangre qué ella. Aunque Camila no sabía muy bien qué reacción esperar de la ojiverd, no espero que pareciera tan apacible con la noticia, casi restándole importancia a ese dato.
Cuando Lauren se percató qué Camila había terminado con su relato, entonces tomo la palabra. Y solo dijo las palabras que tenía atoradas en su garganta desde que supo la cercanía con Archivald Daniels de la ojimarron.
-"No puedes volver a acercarte a Archivald Daniels, lo entiendes Camila, nunca bajo ninguna circunstancia puedes estar en presencia de ese hombre" Mencionó con tono rotundo, dejando a Camila extrañada. Lauren la miraba con el ceño fruncido.
-"¿Que esta pasando con el Lauren?" Cuestionó Camila con genuina curiosidad, Lauren podía notar la sinceridad de Camila, habia creído cada una de las palabras que le dijo, así como su confusión ante el porque no podía estar cerca de Archivald.
La pelinegra de verdad se lo pensó. No sabía si decirle a la Profesora la verdadera identidad de aquel hombre, pero era necesario que lo supiera para que tomará precauciones de lo peligroso que podía llegar a ser.
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LA SANGRE MALDITA
FanfictionElla se sentía un monstruo, y tal vez lo era, o al menos sus vagos recuerdos la delataban, pero al ver el par de miradas que la veían como el ser más hermoso sobre la tierra, quizás su corazón comenzaría a latir de nuevo.