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Le Mans, Francia.

Y como lo había prometido la noche anterior, Camila la había llevado al hospital donde se encontraba el rubio, habían desayunado en silencio y ahora se encontraban en recepción principal del mismo.

-"¿Puedes preguntar como se encuentra?" Le cuestionó Lauren, señalando ligeramente con la cabeza hacia la recepción del hospital.

Camila hizo una mueca. -"No creo que me den información, pensé que querías verlo" Mencionó la castaña un tanto confundíada pero Lauren de todos modos la animo a ir. Probablemente Ethan estaria preocupado por Lauren y era seguro que si la ojiverde se presentaba para verlo accederia de inmediato. No sabía que había pasado, no quería presionar a la ojiverde, pero era obvio que algo no iba bien. La forma alterada en la qué la encontró el día anterior no era normal. Pero respetaría el espacio de Lauren.

Y como lo había previsto en recepción no le dieron información, así que derrotada regreso donde Lauren la esperaba.

-"¿Porque no vamos a la sala de espera del área donde esta Ethan? Seguramente allí este Henry y nos pueda dar información" Porpuso Camila tomando levemente su mano ya que comenzaba a punzarle. Lauren no lo noto, ya que estaba sopesando la idea de la Profesora. No le encanto la idea pero su conciencia no la dejaria estar tranquila hasta saber que el rubio estaria completamente bien, así que acepto.

Siguió en silencio a la mujer de piel pálida qué guiaba el camino. Subieron un par de pisos hasta un área común donde pudo reconocer de inmediato al regordete y fiel asistente de Ethan Baldock, Henry.

El hombre sonrió con incomodidad cuando las vio y se acercó a Lauren. Dándole una pequeña palmada en el hombro. Sentados en un sillón estaban una pareja mayor, rubios ambos y con un gran parecido a Ethan. Lo que supuso eran sus padres, pero lo que le pareció extraño fue ver como consolaban a una desolada Elizabeth Warburton.

-"No sabes lo preocupado qué estaba el señor Baldock, me ha mandado mover de cabeza la ciudad hasta encontrarte" Dijo Henry con cara de alivio mientras acariciaba su propio pecho. Lauren frunció el ceño pero entendió a lo que se refería. Pero solo pudo darle una mueca como sonrisa. No se había dado cuenta el estado en el que estaba Elizabeth, a decir verdad solo se concentró en Henry. Estaba a punto de preguntarle por el mencionado rubio. Cuando la voz de Elizabeth Warburton irrumpio su propósito.

-"Tu zorra de mierda, debes de estar feliz de que Ethan haya roto su compromiso conmigo por ti" Escupió las palabras con claro odio dirigido a ella, a quien por fin vio con chispas saliendo de sus ojos y su dedo apuntando agresivamente mientras se acercaba. Un par de exclamos se escucharon.

A decir verdad Lauren sintió como un retortijon en el estómago ante la declaración de la rubia. No podía creer que Ethan se había atrevido a tanto, y menos que la involucrará como si ella le hubiera dado alas.

Todo sucedió tan rápido a partir de ese momento para ella, solo fue consiente cuando su rostro fue girado a la izquierda por la fuerza del impacto de una mano que pertenecía a Elizabeth. Su rostro estaba tapado por su cabello. Pero sintió de inmediato la reacción de Camila y Henry que se interpucieron.

-"Señorita Warburton le exijo que se calme" Dijo con voz fuerte y autoritaria Camila, que sintió su sangre hervir al ver como la rubia tocaba a Lauren. Entre ella y Henry intervinieron para que la socialite británica no se lanzará encima de Lauren. En el forcejeo la mano de Camila terminó aun más lastimada, pero quizá la adrenalina del momento hizo que no sintiera nada y se concentrará en Lauren. A quien tomo de las mejillas mientras Henry y los Baldock calmaban a la mujer.

La ojiverde tenia los ojos rojos, y respiraba agitadamente tratando de controlarse. Camila la obligo a cerrar los ojos y la abrazo mientras dejaba delicadamente besos por todo su rostro, principalmentete en su mejilla y parapdos. -"Todo esta bien mi cielo, tranquila" Murmuró tiernamente, mientras de fondo escuchaban los gritos de Elizabeth.

LA SANGRE MALDITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora