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Canterbury, Kent, RU.

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24 de Diciembre de 1982

Estimado Ernie:

Perdón por la última vez, se que a veces no soy amable, pero a veces las ansias me carcomen. ¿Puedes imaginar lo que se siente perder al amor de tu vida? Espero nunca lo experimentes, cada día que pasa el dolor de no verla nunca más es mayor. Y más sabiendo que puedo recuperarla.

Solo tu tienes la clave, eres la única persona que puede darle paz a mi vida. Creo que lo merezco Ernie, merezco esa bondad de tu parte. Yo que siempre ví por ti, te cobije bajo mi ala como a un hijo. Hoy te pido ese favor en nombre de la admiración que un día me tuviste.

Omar Badran

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16 de Septiembre de 1993

Ernest, o como sea te llames ahora:

¿Dónde carajos está? Te juro que si no me lo dices voy a ir directamente a tu casa y te voy a sacar la verdad a golpes... Soy capaz de cualquier cosa por ella. Te voy a joder, voy a joder a tu familia. No tienes derecho a negarmela ¡Maldita sea! Voy a seguir sus pasos hasta el último día de tu vida.


Klaus Larsen

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Bebio el contenido total de su trago, no acostumbraba beber, pero en ese momento el whisky escosés que encontró en el bar privado de Wellington Road era una verdadera gloria. Más temprano había ido por el paquete que contenía las dos cartas restantes de Marcel Fröhlich. Había asistido también a un centro de copiado para escanear las cartas ya que prefería que no se hiciera dentro de Wellington Road ,a pesar de que ahí había una impresora que podía hacer esa función dentro de la mansión. Ahora las tenía en su tableta electrónica mientras las leía y releía cientos de veces podía notar la desesperación en cada una de los dos escritos, y sin duda sabía que había un periodo de tiempo que ahora estaba en blanco porque esas cartas se habían perdido pero era evidente que habían existido, así como se lo había dicho Theodore Reiter y que su abuela lamentablemente había destruido.

Volvió a llenar su vaso de whisky releyendo las dos direcciones que marcaban cada una de las cartas: Ciudad de México y Tokio respectivamente.

¿Qué fue de Marcel Fröhlich?

Ya sabía lo que había sido de Alessio Rossi. Ahora toca averiguar qué pasó con Omar Badran y con Klaus Larsen. Teniendo una respuesta qué pasó con estos dos sujetos o más bien identidades que utilizaba el Doctor Fröhlich, sería más fácil llegar a saber que fue con él.

La cabeza de la Profesora Cohen daba vueltas, no sabía a ciencia cierta si se trataba del alcohol en su sistema que comenzaba a hacer efecto, o más bien era toda esta información que la comenzaba a marear. No había vuelto a hablar con Lauren desde que la cuestionó sobre la cicatriz en su vientre, había respetado su espacio pero sobre todo había tratado de poner distancia, porque le estaba jodiendo el hecho de que no confiara en ella como quizá si había confiado Ethan Baldock.

Más sin embargo, ahora tenía que concentrarse en otro aspecto, y el único que podía ayudarle era el Detective Thomas, así que a pesar de que ya era pasada la media noche había enviado toda la información que tenía por correo. El día de mañana se reunirían con Archivald Daniels en el centro de Canterbury para llevarle personalmente las cartas y decidir dónde se haría la autentificación de dichos documentos.

LA SANGRE MALDITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora