Correr.

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Las miradas no solo enamoran, a veces también salvan.

Voltee a la entrada y venían José y mi madre rápido hacia nosotros, teníamos que escapar.

Vi gritando por ayuda con mis ojos a este chico y el accedió sin pensar.

-Toma- le di las mochilas y yo sujete a Mel en mis brazos que seguía dormida.

Tome el brazo del chico y caminamos de forma apresurada hacía una de las salidas, íbamos casi corriendo.

Cuando salimos nos dimos cuenta que no había dónde escondernos, solo partes de oscuridad en rincones dónde no pegaba la luz de las lámparas.

-ALYSSA VOY A MATARTE- grito José corriendo hacia nosotros.

El chico me empujó hacia la oscuridad, cubriendo mi cuerpo y el de Mel con el suyo. 

Sus ojos azules brillaron gracias a la luz de la luna, una mirada encantadora de mi salvador.

José y mi madre siguieron hacia delante y no se fijaron en nosotros, fue como si fuéramos invisibles para ellos.

-Ven, conozco un lugar seguro.

Está mal confiar en extraños, pero, en esta situación, era necesario.

Lo seguí por horas, incluso crusamos un río con ayuda de una barca.

Viendo mi reloj eran casi las 5 de la mañana, y nos encontrábamos en un bosque corriendo por nuestras vidas hasta que llegamos a una especie de palacio.

-¡AMO HADES HA VUELTO!- grito un hombre caminando hacia el chico de ojos azules. -¿Quienes son ellas?- preguntó viéndome a mi y a Mel con duda.

-Preparales un cuarto a cada una y ropas para que se cambien- ordenó.

La voz de aquel chico era fría, incluso se podrá decir que habla con despreció.

-Humana- volteó hacia mi -por fin te encontré-

Quedé extrañada y un poco inquieta por su confesión y más por el tono tan profundo de su voz.

-¿Qui-quien eres?.

-Soy...Hades el Dios del inframundo-

Me estas jodiendo, esto no es real.

Comencé a observar a mi alrededor, el lugar en donde estaba era bastante tétrico, en tonalidades azules, grises y verdosas.

-Esta bien si estás asustada, vayan a dormir.

El hombre que nos recibió me indico la habitación de Melissa, dónde la recosté sobre una pequeña cama individual y la arrope con las cobijas azules que tenía la misma.

Luego me llevo a mi habitación, era linda, de la misma paleta de colores que el lugar.

-Señorita, aquí está la habitación que el señor Hades ordeno, siéntase como en su casa, buenas noches.

Se fue sin más, cerró la puerta y quedé sola, iluminada por el fuego de un par de velas.

Estaba exhausta, así que me tumbe en la cama a dormir.

💀💀💀

Unos toquidos despertaron mi cuerpo de golpe.

-Señorita, Hades la espera para desayunar.

Me levanté casi corriendo en busca de Melissa pero no estaba en la habitación así que baje hasta la cocina gracias a las indicaciones del asistente de Hades...

Vi a la pequeña Melissa, sentada en una silla alta junto al Dios, disfrutando de unos hotcakes con bastante miel y frutos rojos.

-Mira Aly, como los de la televisión, los que me dijiste que me comprarías cuando dejáramos de ser pobres.

𝗟𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗮𝗱𝗲𝘀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora