𝗟𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗮𝗱𝗲𝘀.

Oráculo

Apolo

Desde la llegada de Alyssa, el Oráculo se había puesto interesante, me gusta cuando la vida se llena de drama.

El destino es preciso, concreto y cambiante, pero siempre busca que las formas sean a como el escribe.

Hay cosas que el Cosmos decide que pasen si o sí, sin embargo crea millones de escenarios posibles para llegar a un mismo resultado, es así como funciona el oráculo y las predicciones.

Los escenarios son diversos pero el final de la historia siempre será específico y escrito aún antes que el comienzo de está.

Durante meses ví a Zeus preocupado por Hades, no interviene puesto que yo sabía que todo estaría bien y lo estará.

Las cosas siempre terminan bien para la gente con corazón de oro.

La consulta con Alyssa termino como esperaba pero tardó más de lo debido, el escenario más posible era que desde la primera vez que piso aquí ella me consultara, pero el camino de las Moiras decidió que no era el tiempo.

Pero gracias al cosmos pasó.

💀💀💀

Me encontraba sentado en mi trono, esperando pacientemente, 10,15,20 minutos, ¡Es hora!.

Las puertas de mi palacio se abrieron y sonreí al ver mis tres personajes preferidos en esta historia, el Dios del Tartaro, La humana y la pequeña musa.

-¿Esperándonos, Apolo?.

-Pacientemente y con mucho gusto Dios del inframundo.

-Te ves feliz, oráculo- sonreí ante el comentario de Hades.

-Lo estoy- dirigí mi mirada a la humana -Alyssa, gracias por venir cuánto antes.

-Gracias Apolo- dijo haciendo una reverencia -Aqui está Melissa.

Voltee a ver a la niña, perfecta como el oráculo la describió, de alma noble, su energizante ser era todo lo que le faltaba al Olimpo.

Me acerque a la pequeña, quedando de rodillas frente a ella.

-Habla ahora Apolo, ¿Para qué necesitas a mi niña?

-Calmado padre celoso, permíteme

Los ojos avellana de la niña estaban clavados en los míos, era curiosa y tenía la misma forma de imponer que Alyssa y que Hades.

-Melissa, ¿Sabes qué son las musas?

-Si, ellas inspiran a las personas para hacer arte, por ejemplo inspiran a mi hermana para que haga poesía.

-Tu hermana es afortunada, ha tenido una musa personal en casa desde hace 10 años- sonreí.

Melissa me vio con duda y su mirada estaba confundida.

-Te explico, en mi palacio viven mis 9 musas:

Clío es la musa de la historia, Euterpe de la música, Talia de la comedia, Melpómene, de la tragedia, Terpsícore de la danza, Erato, de la elegía, Polimnia de la lírica, Urania de la astronomía y Calíope de la retórica y la poesía heroica.

Pero sabes Mel, no me gustan los números impares, mi número favorito es el 10...

Luego de estos meses me di cuenta de que existe un décimo arte, el amor.

Tan místico, tan representativo, espontáneo, tan demostrativo.

Eros se encarga de hacer que las personas lo sientan, que lo vivan y llenen sus cuerpos de él, y tú, mi niña, te encargaras de inspirar a las personas para que lo demuestren, con apoyo de la inspiración de otras musas o a tu estilo, ¿Qué dices Mel?- sonreí