𝗟𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗮𝗱𝗲𝘀.

Una vida contigo

Hace más de seis meses que vivo aquí, no como "Alyssa", si no, como la Reyna del inframundo, un título que dicen todos me quedo bastante bien, aunque siento que lo que más me queda, es tomar la mano de mi esposo y saber que fue lo mejor que me ha pasado en la vida.

Por momentos jure que todo esté embrollo era un error y que quizá era un castigo que el universo me había otorgado, condenándome a sufrir de amor por la eternidad.

Al final, me di cuenta que todo ese sufrimiento solo hizo que este disfrutando muchísimo más lo que ahora vivo, un amor como el que siempre soñé.

Pude arrancar de raíz toda clase de contacto y recuerdo con el mundo mortal, y para nada lo extraño, puede ser que la mayor parte de mi vida viví ahí, pero jamás se sintió como un hogar, en cambio desde el día uno en el inframundo me sentí como en casa.

—Te ves hermosa cuando estás sería— escuché la voz de Hades entrando a la habitación

—Me disocie

—Muy seguido últimamente— cuestionó

—Es que, me parece un sueño todo esto

—Tu me pareces un sueño Alyssa— dijo Hades antes de tomar mi mano para besarla

En toda mi vida jamás había estado segura de algo, hasta que conocí a Hades, puedo jurar que estoy tan segura de que quiero pasar mi eternidad con el, quiero que todo esto sea permanente o al menos duradero por millones de años más, quiero hacer que el inframundo se sienta cálido y es que finalmente, estando aquí entendí que al final la muerte solo es un beso de despedida con todo lo dulce que nos trajo el mundo, y si bien, a mi me trajo a Hades, pudiera quedarme aquí hasta que la ultima estrella del cosmos se extinga.

—Deberíamos ir a caminar— sugerí

—¿No sería mejor un picnic?— preguntó Hades sonriendo.

—Me encanta la idea.

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Y volví a estar ahí, en ese prado hermoso, dónde el fresco del viento y la primavera comenzando en el inframundo eran un placer para mí ser, tal como la primera vez que estuve aquí.

Miraba con atención a Hades mientras el servía un poco de vino en unas copas, uno hecho especialmente por Dionisio para nosotros, un vino tinto espumoso, con tintes rojizos y violetas, un aroma a frutos rojos y uva estaba tan presente en cada gota de aquel licor.

—Brindemos— dijo Hades dándome una copa

—¿Por qué motivo?— cuestione sonriendo

—Brindemos por...— suspiro el Dios —Por la preciosa mujer que es mi esposa.

Sonreí y puedo jurar que mis mejillas enrojecieron

—Salud— dije alcanzo mi copa para que así Hades chocara la suya.

Bebí de aquella copa, como si fuera la ultima vez que pudiera probarla, como si fuera mi ultimo día aquí, a pesar de saber que renuncie totalmente a mi mundo por elegir a una persona que se volvió mi universo.

—Sabes, Alyssa...— dijo Hades de una forma bastante seria —Jamás permitiré que te vayas, que te pase algo o que exista algo que nos separe.

Una sensación recorrió mi cuerpo por completo y me encantó, fue esa sensación que siempre soñé sentir, como si algo me asegurara lo que yo veia como incertidumbre, y es ahí que entendí que el amor no es solo una promesa, es sentir que esa persona, siempre volverá a elegirte a tí, a pesar de todo y de todos.

—¡Hey tortolos!— grito Eros acercándose a nosotros, —¿No estamos invitados a su Picnic?

Detrás de el venían Hércules y Mel, corriendo al lado del temible pero adorable Cerberos, y es así que uno de mis primeros recuerdos del inframundo se transformo, haciendo que este nuevo momento sea más que nada un cumulo de emociones de alegría y calma, porque la primera vez sentía incertidumbre, y esta vez siento seguridad.

—Era un picnic romántico, y para ser Cupido lo arruinaste— Respondía sarcástico Hades

—Ah sido todo un placer arruinar el momento— Sonrió Eros

Hercules y Mel empezaron a jugar en el agua, reían como si jamás hubiésemos pasado tanta tragedia, y ver a mi pequeña hermana tan feliz me hizo sentir que todos mis sacrificios han sanado y cerrado todas las heridas de ella, y con eso estoy totalmente feliz

💀💀💀

Cuando lo veo dormir aún al salir los primeros rayos del sol, no puedo evitar recordar cómo es que el estaba bastante molesto con Cupido por haberlo flechado con alguien a quien consideraba imposible, y que ese "imposible amor", hoy lo ve despertar en las mañanas y en las noches se acurruca en su pecho para sentir calor.

Y pensar que jure que Hades era una terrible idea, un capricho y mi perdición, pero el me salvó del camino a la infelicidad, a la miseria y la realidad de un mundo mortal en la que ya no quería vivir.

—¿Por qué me miras fijamente?— dijo el rey del Inframundo un poco dormido

—Estoy pensando en que...quiero una vida contigo —

—Eso no es suficiente— exclamó en forma de capricho

—¿Entonces?— pregunté confundida

—Quiero que estemos juntos hasta que se extinga el cosmos.

Sentí un latido largo en mi corazón, de esos que suceden y dejan la sensación por minutos, y mis ojos se achicaron mientras sonreía, no podía creer que tenía al hombre más amoroso y protector del mundo.

—Ven besame mi Reyna, no te quedes mirándome — dijo jalandome hacía el.

Y nos besamos, con la misma pasión que la primera vez, con tanto amor que pudiera jurar que Eros nos flecho desde antes de que yo existiera en este planeta.

Hades, era aquella persona que te ama tanto que te hace sentir libre, y es que así debe sentirse el amor, como un hogar en el que te sientes libre y feliz.

—Me quedaré contigo hasta que se extinga el cosmos— le dije entre besos.

—Asi será, mi preciosa humana.

Haciendo recordar, que aunque ya no sea mortal, siempre seré, la humana de Hades.

💀💀💀
Fin...