𝗟𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗮𝗱𝗲𝘀.

Hojas de Menta

HADES

-¡MIERDA APOLO DIME QUE ESTARÁ BIEN!-

El Dios de la luz no respondía, solo miraba fijamente a mi hermosa humana.

Habíamos corrido a la arena después de que vimos que Persefone no estaba teniendo piedad y que Alyssa no iba a soportar un golpe más.

Comenzaba a desesperarme, a sentir que la vida se me iba, a sentir que la perdía, Alyssa no merecía dar su vida por mí y mucho menos por un error que yo cometí cuando no pude decidirme por ella.

Aly estaba sangrando, no reaccionaba y su cuerpo tenía hematomas por doquier, se quedaron en sus piernas las marcas de las lianas que la sujetaron con fuerza.

Sabía que esta mierda era una terrible idea.

Perséfone no estaba por ningún lado y yo quería venganza, quería que ella pagará por todo el daño que me hizo y que le hizo a mi humana.

-APOLO, CON UN CARAJO RESPONDE.

-Llévenla al inframundo- contesto Apolo al verla con detenimiento.

Un dolor en mi pecho se sintió como si clavaran una espada en él, jamás en la vida había sentido que una parte de mi se desprendía de mi ser tan dolorosamente.

-Tranquilo Hades- Hera se acercó a mí.

-No la quiero perder.

-Ninguno de nosotros quiere que ella muera- confesó Ares.

Alyssa se había vuelto parte de nosotros, se volvió una pieza fundamental en el Olimpo y nos regaló maravillas desde que piso el inframundo y el palacio por primera vez.

💀💀💀

-¿Hades?- pregunta Eros al verme llegar con Alyssa en mis brazos -¿Qué pasó?.

Cupido se veía impactado, su voz era sería y con un tono de preocupación que no puedo describir con precisión.

Daba pasos apresurados para llegar a mi habitación lo más pronto posible.

Caronte me vio asombrado al toparmelo por las escaleras del lugar, se quedó un minuto viéndolo y luego corrió con rapidez en búsqueda de Panacea, hija del Dios de la medicina.

Panacea era capaz de curar cualquier enfermedad con cualquier remedio que ella haya encontrado útil y práctico para el momento en que se necesitará.

-Todo estará bien Hades- escuché la voz de Apolo entrando a la habitación.

No respondí, solo acariciaba el rostro de mi humana mientras me preguntaba qué mierda hacer para terminar con todo esto.

-Panacea está aquí- Aviso Caronte entrando con la diosa a la habitación.

La diosa camino sin decir nada hacia donde se encontraba mi humana descansando, la vio con detenimiento analizando cada centímetro de su cuerpo.

-Ella perdió mucha sangre y su cuerpo está demasiado hinchado por los golpes- comentó la diosa -me preocupa que sus respiraciones son débiles.

-¿Vivirá?- pregunté

-Claro que lo hará, ya te lo dije- respondió Apolo algo irritado porque ignore sus predicciones.

-Necesito una planta que pueda desinflamar y ayudar al corazón...

-Lo que sea, tenemos un jardín aquí- mencionó Caronte.

-Necesito...unas hojas de menta.

Tanto Apolo como Caronte me vieron y yo solo salí de la habitación en búsqueda de lo que Panacea pedía.