Entrenando

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Ares se encontraba terminando de darle instrucciones al pequeño Hércules, quien se fue de ahí junto a pegaso para comenzar con sus tareas.

-Alyssa es hora de entrenarte.

-¿Qué tengo que hacer?

En lugar de responder mi pregunta, el Dios de la guerra me empujó haciendo que cayera al piso.

-¡¿QUÉ MIERDA TE PASA ARES?!

Se comenzó a reír.

-Alyssa tienes que defenderte y estar siempre cuidando a tu enemigo.

-¡PERO NO ME DEBES DE EMPUJAR!

-Persefone no te va a pedir permiso.

El tenía razón, definitivamente tenía que aprender a lidiar con deidades.

-En vez de empujarme deberías decirme cómo demonios haces para ganar todas tus guerras.

-Facil- El Dios me sonrió -Llego, peleó y ganó.

-Eso no me sirve de mucho- respondí

-No tiene que servirte de mucho, solo tienes que confiar en tí, hay un guerrero dentro de todos.

Ares extendió su mano hacia mí para que me levantará.

-Solo asegúrate de conocer a tu enemigo, Cerbero te ayudará con eso.

-Solo se que ella es una arpía.

El Dios solto una carcajada.

-Y eso que no conoces bien a Afrodita.

-¿Puedo preguntar...

-Ella y yo, no nos llevamos bien, digamos que es una mujer embriagante y hermosa, pero entre ella y mis pasiones, prefiero la guerra y al parecer Afrodita prefiere estar con Adonis.

-Entiendo, y de la belleza y la guerra nace el amor.

-Claro, fue ahí cuando nació Eros.

-Es un hermano para mí

Nuestra plática fue interrumpida por la esposa de Zeus, que se acercaba a nosotros con calma.

-No veo que la estés entrenando hijo.

-Estamos en el entrenamiento teórico.

-Ya veo- la diosa volteó a mí -Aly, me gustaría dar un paseo contigo.

💀💀💀

Caminábamos por los jardines de Hera, todos tan verdes y llenos de vida.

Iba recorriendo los arbustos con mi mano, tocando las suaves hojas que brotaban de ellos hasta que mi mano se topo con una rosa llena de espinas.

-¡Ouch!- grite de dolor

-Aly, el amor duele así, pero vale la pena.

Voltee a ver a la Diosa confundida, no podía creer que el hecho de que me hubiese herido serviría para una metáfora y lección de vida.

-¿De que hablas, Hera?

-De que vale la pena pasar por las espinas para llegar al terciopelo rojo de las rosas.

-¿Crees que vale la pena sufrir por amor?

-No, pero si vale la pena luchar por él y el camino no será fácil, jamás.

-¿Cómo es que tú...

-¿He seguido con Zeus todos estos años?

Asentí un poco apenada por tan indiscreta pregunta de mi parte.

𝗟𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗮𝗱𝗲𝘀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora