𝗟𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗮𝗱𝗲𝘀.

En el Olimpo

Mi cuerpo dolía, pero poco a poco recobraba la vida, aunque me pesaba abrir los ojos, por fin estaba conciente.

La primero que escuche fue a un par de personas discutir a mi lado, una voz era conocida, era Hades.

-TRAIGAN A LAS MOIRAS, LLAMEN A LAS GRAYAS, NECESITO SABER QUE MI HUMANA ESTA BIEN.

-Hades cálmate- le contesto otro Dios

Al abrir mis ojos pude ver a una mujer hermosa frente a mi.

-Es un poco mandon ¿No?- dijo en voz baja y me sonrió.

Devolví la sonrisa, la mujer me ayudó a sentarme y pude ver a Hades frente a mí, de espaldas exigiendo que lo ayudarán.

-Hades...- Dijo un hombre rubio de ojos claros.

-ES QUE NECESITO SABER QUE ESTA BIEN.

-Hades...

-NECESITO QUE ME AYUDEN- Gritaba Hades interrumpiendo a aquel hombre.

-POR UN DEMONIO HADES, CÁLLATE Y VOLTEA HACIA ATRÁS- Le grito una mujer que estaba junto al rubio.

Hades lo hizo, me vio ahí sentada viendolo, su rostro se iluminó y sus ojos brillaron al verme, corrio hacia mi y se hinco para después abrazarme.

-Alyssa, estás bien- se acurrucó en mi.

Su abrazo se sentía calido, verdadero, con amor, y yo le correspondí del mismo modo.

-No vuelvas a irte nunca, porfavor- la voz de Hades se rompía ante su súplica.

Se escuchó una puerta abrirse y ambos volteamos.

Era Melissa y Caronte.

-Aly, te extrañe- dijo Mel corriendo hacia mi.

La abrace, pude notar que Hades veía molesto a Caronte.

-Lo siento Hades, la pequeña me pidió ver a la señorita Alyssa y no pude negarme- dijo apenado.

Hades sonrió y relajo su rostro.

-Nadie puede negarse a las peticiones de la pequeña Melissa- dijo mientras cargaba a Mel en sus brazos para darle un fuerte abrazo.

-Lo veo y no lo creo- salió de la boca del hombre rubio.

-Les dije que soy muy poderoso- hablo un chico castaño con ojos avellana.

Hades se levantó.

-Alyssa, el es Zeus y su esposa Hera Dioses del Olimpo, el castaño es Eros Dios del amor, Helios Dios del sol, Higía Diosa de la salud, Hermes el mensajero de las Dioses también está aquí.

-Mucho gusto, soy Alyssa, una humana y la pequeña es Melissa- dije al levantarme.

Melissa corrió hacia Eros sin pensarlo.

-¿Tu eres Eros?- preguntó apenada

-El mismo.

-¿Y porque no eres un angelito bebé?- cuestionó

Me puse roja de la vergüenza por la pregunta de Melissa, aunque Eros solo sonrió.

-Por que ese es mi disfraz para San Valentín.

Melissa lo veía emocionada, estaba totalmente entusiasmada de conocer al Dios del amor.

-¿Y Psique?.

-Esta ocupada en casa- contesto Eros tranquilo para después ver a Hades levantando una ceja.

-No me mires así, tenía que contarle un cuento para dormir, que mejor cuento que tú historia de amor- dijo Hades algo apenado pero en tono burlón.