VOLUNTAD (Encontré mi One Piece II)

12. Mera Mera

Yara estaba decidida a romper esas paredes del coliseo.

-No, no, no... -canturreó Doflamingo- Yo no haría eso, preciosa. Por cada golpe que le des a esa pared, le clavo una bala a tu amigo.

Rio frenéticamente.

Zoro y Kin'emon se lanzaron al ataque, pero fueron interrumpidos por un almirante de la Marina.

El peliverde fue literalmente enterrado en el suelo. No entendían que era lo que pasaba. Yara notó que aquel marine era ciego.

-Ese es el famoso Fujitora -murmuró Yara con rabia, quería salir de ahí y hacer justicia con sus manos- ¡¿Qué carajo hace un almirante con un pirata?! ¿Acaso no sabes lo que este infeliz le ha hecho a este país! -gritó furiosa- Entiendo que seas ciego pero dudo que seas estúpido.

Pero antes de pronunciar otra palabra, él, Doflamingo y el cuerpo inconsciente de Law flotaron en el aire.

-Hablemos en el palacio, Fujitora -dijo Doflamingo- Si cooperas conmigo, te dejaré atraparlos.

-Qué asco, maldigo a la Marina con mi último aliento -murmuró Yara temblando, apretando su mandíbula.

Las cosas se pusieron aún más feas cuando por Den Den Mushi informaron que el Sunny estaba siendo asechado por nadie más ni nadie menos que Big Mom.

Comenzaron a correr por los pasillos mientras por fuera aún corrían Zoro y Kin con el caracol.

-Luffy -habló Yara al escuchar la situación- Haz que se vayan, ¡Que se adelanten a Zou!

-¡No podemos separarnos!

-¡Deben irse, entiéndelo! Les interesan Momonosuke y Caesar, hay que sacarlos de aquí -explicó- Law no es un imbécil, lo conozco mejor que nadie y si fue solo a enfrentar a Doflamingo cambiando su propio plan es porque dio la oportunidad de alejar a las dos grandes cartas que tenemos por jugar. ¡No voy a perdonar que dejen que su esfuerzo haya sido en vano!

-De acuerdo -respondió el capitán, después de todo, el sería capaz de confiarle a ella hasta su propia vida- Sanji, Nami, Chopper, Brook, Momo, ¡Vayan a Zou! Todos, tengan cuidado.

Yara sonrió.

-Buscaremos una salida.

Se adentraron en el coliseo intentando buscar un escape que les permitiera no llamar la atención de la Marina, quienes esperaban pacientemente afuera que terminara la competencia.

De pronto, se encontraron a alguien.

-¡Oh, cabeza de gallo! -exclamó Luffy al ver a su peliverde fan- ¡Me alegro de verte!

Este entró en pánico, gritando el nombre de su ídolo.

Estuvo a punto de desmayarse, pero se resistió mientras murmuraba unas palabras confusas.

Preguntaron por la salida, pero no había una respuesta clara.

-Pe-Pero, ¿Y la Mera Mera?

-No quiero que caiga en manos de cualquier persona -dijo Yara apretando los puños- Pero no tengo opción. Hay que ir a salvar a Law, si algo le pasara yo...

-¡Pueden contar conmigo! -gritó eufórico- Si Yara-senpai se retira de la competencia, según las reglas del Coliseo debe competir en la final el segundo lugar de su bloque, ¡Ese soy yo! Entré a este torneo con la intención de ganar la Mera Mera y obsequiársela a Luffy-senpai.

-¡¿Me la vas a dar?! -gritó Luffy.

-¡Por supuesto! ¡Les juro que ganaré la fruta Mera Mera, así que pueden irse sin preocuparse!