VOLUNTAD (Encontré mi One Piece II)

26. Wano

Una de las cosas que Yara consideraba más estúpidas en el mundo era meditar, no le encontraba sentido ni objetivo alguno.

Pero como todo da vueltas en la vida, ese era su pasatiempo favorito.

Concentrar su aura mientras canaliza su propio poder y pensamientos era su sensación favorita, además de que estaba segura que le serviría en batalla.

Peleaba con Law en una de las montañas más abandonadas de la isla, casi a muerte, todos los días. Ambos habían evolucionado muy positivamente debido a eso.

En uno de los riscos que más le gustaba para meditar, ya que se escuchaba a lo lejos una cascada y se sentía una verdadera ninja, se pasaba la mayor parte del tiempo y era donde se encontraba ahora.

-¡Yara-chan! -escuchó un grito a lo lejos, haciéndola fruncir el ceño.

-Penguin, ¿Qué pasa? -preguntó volteando hacia él, haciendo mover su hermosa cabellera roja.

-El capitán está muy molesto y...

-¿Y ahora por qué? -preguntó alzando una ceja.

-¡Sombrero de Paja está a punto de entrar al pueblo Bakura!

-¡¿Luffy?! -se levantó con sorpresa- ¿Estás seguro? ¿Está bien?

-S-Se le veía bien, supongo -respondió pensativo.

-¿Estaba con el resto?

-Solo con Roronoa.

-¿Zoro? -preguntó confundida, ya que el peliverde estuvo siempre en Wano- Bien, vamos.

Llegaron a donde esperaba un impaciente Law.

-Ve a buscar a Kin'emon -le ordenó.

-¡¿Y por qué yo?!

-Porque si te mando a detener a Mugiwara-ya, no le detendrás una mierda.

Yara rodó los ojos, suspirando.

-Déjame ir a verlo, yo hablaré con él.

-No, ve a buscar a Kin'emon y nos reuniremos en donde acordamos -dijo para luego marcharse.

Entendía perfectamente el enojo de su amigo, un paso en falso y todos podían acabar muertos.

Estas últimas semanas en Wano habían sido de lo más angustiantes para ella. Estando en un territorio de un Yonko como Kaido, con miles de sus secuaces rondando, y más aún con la incertidumbre de qué había ocurrido con Luffy y Big Mom.

La voz de Kin'emon resonaba constantemente en su cabeza.

-¡Escúchenme bien! -les habló Kin'emon, una vez llegaron a la isla y se refugiaron en lo que parecía una mansión abandonada- Ahora están en la tierra de Wano, el nombre del shogun es Kurozumi Orochi y los oficiales que le siguen están bajo control de Kaido. Por esto, esos oficiales son unos tiranos, pero si los tocan Kaido se enterará de inmediato. Hasta que todos los aliados leguen y estemos listos para pelear, no podemos dejar que sepan quienes somos.

Kanjuro, quien estaba a su lado, continuó.

-Deben fingir ser ciudadanos por ahora y vivir tranquilamente. Hemos pensado con Kin'emon dónde y qué podrá hacer cada uno...

-Es correcto. Franky-dono, tú serás un carpintero. De esta forma podrás conseguir los planos del castillo de Kaido.

-¡Súper! No será nada difícil.

-Usopp-dono, puedes dedicarte al mercado, luego te podemos ayudar con eso. Así tendrás contacto con muchas personas para reclutar.

-Suena excelente y muy seguro -respondió el narigón.