VOLUNTAD (Encontré mi One Piece II)

38. Jack

Gracias a las curaciones de Marco y el medicamento de los mink, se sentía como nueva.

Rodó los ojos a la vez que Sanji y Zoro discutieron, ya poco le importaba.

-Hora de hacer ejercicio -dijo el rubio.

-Calla, ¿Dónde está mi desayuno? -lo molestó el espadachín.

-¡Te daré una paliza! -gritó de vuelta.

-Oigan...-se quejó Yara.

Zoro suspiró, poniendo su espada en su boca.

-Yara, Cejotas...-habló- Si ganamos esta batalla...

-Sí, estaremos más cerca de ver a Luffy convertirse en el Rey de los Piratas -terminó de decir Sanji.

-No hay que decepcionarlo entonces -sonrió Yara.

-¡No piensen que pueden derrotarnos! -exclamó Queen- ¡Somos las tres Calamidades que protegen a Kaido! ¡La Sequía, la Conflagración y la Plaga! ¡Nos llaman las estrellas porque nadie nos puede vencer!

-Pido a la sequía -murmuró Yara- Le haré pagar lo que hizo en Zou. Ustedes hagan lo que tengan que hacer.

Yara se lanzó sobre Jack, haciéndolo arrastrarse por el suelo.

Usó el Ryusoken para romper el piso y llevarlos a una bodega del piso de abajo.

-Acá nadie nos va a interrumpir -dijo seria la muchacha.

-Voy a matarte tal como lo hice con esos minks -rio Jack.

En su forma híbrida, se veía bastante amenazante, pero no era suficiente para amedrentarla.

Pelearon mano a mano un largo rato. Sus auras chocaban agrietando todo a su al rededor.

-No sé si lo sabes, pero Onigashima está flotando...-habló Jack.

-Lo supuse.

-Si rompemos este suelo, solo habrá una fina barrera entre tú y el agua.

-Me parece bien, así me aseguro de que mueras. Será un todo o nada.

Con la Red Ikari en su mano, se lanzó una vez más al ataque logrando hacerle unos cortes.

El tipo era gigante y le sacaba 7 metros de altura a Yara, lo tenía bastante difícil.

Era una batalla a muerte, Jack lograba darle golpes verdaderamente duros.

Con su cola le dio un golpe que la hizo volar varios metros.

-Joder, malditas colas -se quejó.

Bajó la guardia y casi no nota que Jack planeaba pisarla.

Cubrió su cuerpo con haki para que no la aplastara demasiado y con sus manos hizo presión para levantarlo.

Pesaba toneladas, el esfuerzo de la pelirroja estaba siendo sobrehumano.

Con una ráfaga de haki lo hizo retroceder.

Se puso de pie, tambaleándose. Comenzaba a sentir cansancio.

Pero no había forma de que dejara a ese infeliz salir vivo de ahí.

Sus nakamas estaban arriesgando la vida y ella no podía hacer menos.

Había perdido la noción del tiempo, pero la batalla se tornó infinita.

Había pasado mucho tiempo y ninguno de los dos se percató, solo estaban concentrados en asesinar al otro.

Jack logró asentarle unos golpes con sus colmillos y trompa, haciéndola sangrar.