34. Onigashima

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Todo estaba listo, el asalto sería en horas y los nervios comenzaban a crecer en la alianza.

Los vainas rojas se habían marchado, y los piratas harían lo suyo a la mañana siguiente.

-¿Un poco? -apareció Zoro, cómo no, con una botella de sake en sus manos.

Yara estaba sentada en la arena contemplando las olas.

-No puedo negarme, supongo -sonrió para tomar un sorbo.

-Cambia esa cara, va a salir todo bien.

-Lo sé -mintió- ¿Cómo vas con la espada nueva?

-Es una chica problemática -se quejó el espadachín- Pero creo que podré manejarla.

-Me alegra escuchar eso.

-Yara-chan -apareció Penguin en escena.

-Los dejo -anunció Zoro- Te espero en el Sunny.

-¿Qué ocurre? -se dirigió a su amigo.

-Nada en especial, solo...

Ella enarcó una ceja.

Penguin se sentó a su lado.

-Estoy nervioso.

-Es normal, será una gran batalla.

-¿Cómo estás tú?

Ella lo miró, sabía que no podía mentirle.

-No estoy bien, tengo mucho miedo. Pero hemos perseguido este objetivo por mucho tiempo y no podemos temer a estas alturas.

-¡Fea! -un grito de Kid desde el Victoria Punk los interrumpió- ¿Ustedes se quedaron con el sake de la villa esa?

Yara se limitó a apuntar el Sunny. El levantó su pulgar sin más para luego desaparecer.

-Estos idiotas solo piensan en beber -manifestó la mujer.

-¿Puedo preguntarte qué hay entre tú y Kid? -soltó el chico de repente, arrepintiéndose al instante.

-Nada, ¿A qué viene esa pregunta? -frunció el ceño.

-Por la fiesta del otro día, ambos se fueron y...

-No hay nada, Penguin. Nada relevante. Conversamos y ya está, desconfiaba mucho de él por razones obvias, solo aclaramos todo.

Penguin quiso lanzarse al mar, cómo pudieron demorarse tanto en preguntarle algo tan simple.

-El capitán y tú no han conversado...

Ella suspiró.

-Digamos que hirió mis sentimientos.

-¿Te rechazó?

-N-No...-balbuceó confundida- Solo fue frío con su visión del plan y tal, pensé que había un lazo más fuerte entre nosotros.

-¿Qué acaso no lo hay? -preguntó, enarcando una ceja.

-Al parecer no.

-Mañana pueden ocurrir muchas cosas...

Yara lo miró, comprendiendo todo. Bufó sonoramente, no fue necesario que Penguin insistiera.

-No voy a humillarme, solo eso voy a decir y que no se repita esta conversación. Ah, y que nadie sepa nada de ella -dijo poniéndose de pie, caminando al submarino.

Penguin hizo un gesto militar mientras vio a la mujer alejarse, sonrió levemente, su cometido había sido cumplido.

Al entrar, Yara observó a algunos de los tripulantes se encontraban cenando.

VOLUNTAD (Encontré mi One Piece II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora