Más que un profesor // Steve Rogers

"𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐨𝐬"

Daria suspiro tratando de calamar algo que sentía dentro de ella al ver a Steve con aquella maestra, no era correcto sentir eso al verlos y ella no sabía mejor que nadie.

—Daria —la llamo Wanda, ella giro y miro a su amiga la cual arrugo su frente—¿Escuchaste lo que dijo Natasha? —preguntó

Niega apenada.

—Decía que podíamos ir a mi casa a estudiar para el examen del profesor Rogers —propuso tomando de su refresco en lata.

—Por mi está bien —dijo Peter, abriendo sus papas fritas.

—También por mí y ¿Tú Daria que dices? —inquirió Wanda, ofreciendo un poco de su barra de chocolates.

Daria la tomó gustosa y se lo llegó a la boca—¿A qué hora los veo?

Natasha sonrió al igual que sus otros dos amigos, Wanda explicó que ellos irían por ella, Daria aceptó la idea y siguieron planeado lo que pasaría en la noche de estudio.

Al terminar las clases era hora de irse a casa, tomo el autobús; no espero a su hermana ya que ella solía salir más temprano que ella así que podía estar tranquila de ya no verla o al menos no en la escuela, se colocó sus audífonos y miro por la ventana en ella pudo observar a su profesor hablar con la maestra y ese sentimiento de hace rato regreso.

Cuando llegó a la esquina de su calle bajó del autobús, le agradeció al chófer y se fue hacia su casa, todo era silencio, no había niños jugando como de costumbre y tampoco padres afuera, pero había un hombre de cabello castaño arreglando su motocicleta.

—Buenas tardes —saludo Daria al pasar por la casa de Steve.

Bucky levantó su cabeza y dejó lo que estaba haciendo para observar cómo la chica se iba.

—Buenas tardes  —murmuró regresando el saludo, aunque ella ya no podía escucharlo ya se había retirado.

Daria llegó a su casa, abrió la puerta, caminó hacia las escaleras y fue directo a su habitación. La casa está en silencio, era de esperarse su padre está trabajando y Daniela probablemente está dormida. Al llegar a su habitación, dejó su mochila en el suelo, fue a su ropero y sacó algunas prendas de vestir; una pijama negra y con estampado de cerezas en el pantalón.

Se cambia, toma un poco de dinero de sus ahorros y vuelve a tomar su mochila. Era ridículo irse así a la casa de Natasha, pero le daba pereza vestirse allá. Pronto recibió un mensaje de sus amigos, se encaminó a la salida y antes de abrir la puerta miró las escaleras esperando que alguien apareciera, pero no fue así, soltó un suspiro y salió.

—Es una linda pijama —dijo Natasha, con un tono burlón.

—Traje la misma pijama —comentó Wanda con felicidad, saliendo del auto de Peter mostrando que era verdad lo que decía.