Más que un profesor // Steve Rogers

𝐋𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐚

Daria enredo sus piernas en la espalda de Steve, sus manos rodean el cuello de él, Steve toma las piernas de Daria y sale del baño. Daria no una chica flaca o gorda, su peso es normal para la edad que tiene, aún así para Steve no era tan pesada de hecho podía estar así por algunas horas.

—Steve, tengo frío —murmuró Daria.

Cuando salieron de la tienda solo se habían puesto una bata, la de Daria es color beige y la de Steve es blanco, aunque eran muy cómodas eso no impedía que los dos tuvieran frío.

—Abrázame fuerte.

Daria hizo caso a lo que Steve le dijo, al poco tiempo sintió como su cuerpo empieza a calentarse al igual que el cuerpo del hombre que la carga.

—Sabes que yo pude caminar hacia mi habitación —hablo Daria al pasar el umbral de la puerta de la habitación de Steve.

—Yo se que si, pero te mirabas tan tierna cuando te puse la bata; estabas temblando como un lindo cachorrito.

Steve soltó una leve carcajada después de su comentario, Daria le dio un pequeño golpe en el hombro, para después volver a abrazar su cuerpo.

Después de eso, en los metros que les falta para llegar a la habitación de Daria, se mantuvieron en silencio, no era nada incómodo al contrario era muy cálido. Al llegar a la habitación de Daria, Steve la dejó en la cama, se maldijo al recordar que todavía no había desempacado la ropa de Daria, ni la suya.

—Regreso rápido cariño voy por tú ropa, ayer se me olvidó desempacar y aún sigue en las maletas —informo.

—Está bien Steve, cuando me vista te ayudo a desempacar.

Él asintió con la cabeza, se acercó a la mejilla de Daria y depositó un beso para después caminar hacia la puerta, camino por el pasillo hasta bajar las escaleras, al bajar buscar la maleta de Daria, cuando la encontró la tomó, camino a las escaleras y las subió.

—¿Qué te gustaría ponerte ahora? —preguntó, cuando llegó al marco de la puerta.

Daria secó su cabello con la toalla que Steve le puso momentos atrás en su cabello, desvió su mirada de la ventana y miró a Steve cruzar su puerta con la maleta en su mano, la dejó en la cama, la abrió y dejó que ella mirara la ropa.

—Mira está se mira bien —dijo, tomando una camiseta negra con un logo de alguna banda que no reconocía—. Aunque no recuerdo verla comprando.

—Es que es mía cariño —habló Steve con una dulce sonrisa.

Ella tomó la camisa, él al ver qué Daria se desvestía tapó su vista con sus manos, una sonrisa tierna se formó en los labios de Daria al notar que Steve no la miraba. Al terminar de poner la camisa en su cuerpo, sacó su cabello, lo acomodo. Tomó una pantalonera que está en la maleta, con rapidez la colocó sobre ella y cuando terminó tomó las manos de Steve y las quitó de sus ojos para que la mire.