Más que un profesor // Steve Rogers

𝐍𝐨𝐬 𝐯𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐦𝐚𝐧̃𝐚𝐧𝐚

Daria se quedó inmóvil; acaso había escuchado bien, Steve le había dicho eso o era su mente jugando con ella.

—Daria.

La voz de Steve hizo que volviera, ella tragó saliva con dificultad. La materia de Rogers es muy importante para salir de la preparatoria y siempre se había esforzado en esa materia, porque sabía lo importante que es, pero ahora había reprobado y la única solución que Steve le daba era esa.

—¿Por qué? —murmuró con un tono serio.

Steve alzó una de sus cejas, se cruzó de brazos y miro como Daria mira su examen y después a él.

—¿Por qué yo? —volvió hablar Daria mirando esta vez a Steve a los ojos.

Él se quedó pensativo, si se lo pensaba bien no lo sabía, podría decir que es su capricho, pero no sería verdad y él está consciente de eso, sin embargo ella no.

—Simple capricho — mintió, se encogió de hombros.

Daria sintió como su enojo se incrementó poco a poco al ver la tranquilidad con la que él decía eso.

—¿En serio? —Steve asintió mirando hacía la ventana del aula—. Solo porque me aleje de usted y no pudo follarme me baja de calificación, sabe lo que está haciendo no es así, es un imbécil y yo puedo ir con el director a decirle la porquería de maestra que tiene —exclamó con irá, en su mente había pasado todas aquellas palabras que leyó en las cartas de las chicas que Steve enamoro.

Rogers sonrió de lado, volvió a ver a Daria pero sus ojos están oscuros haciendo que ella sintiera un poco de temor.

—No le dirás nada —hablo con seguridad.

—¿Por qué no?

Steve se acercó a ella, Daria retrocedió un paso.

—Porque si quisieras decirle no seguiríamos entablando está conversación.

Él había dicho la verdad, simplemente son amenazas por parte de Daria ya que no lo haría, no podía.

—También me quieres y por eso tomarás lo que te doy si no quieres que tus notas bajen y tendrás que repetir el año —comentó queriendo acercarse más, pero ella seguía retrocediendo.

—Y… yo no —las palabras no salían al sentir como Steve la acorraló entre su cuerpo y la esquina del aula.

—No te haré daño —la mano de Steve acarició la mejilla de Daria, ella se mantenía en silencio mirando como sus ojos volvían hacer de ese azul cielo.

—Así como no les hiciste daño a las chicas que se suicidaron porque las manipulaste —murmuró sin bajar la mirada.

Steve cerró sus ojos por unos segundos, está acostumbrado a escuchar eso de Natasha e incluso de Bucky y un poco de Sam, pero no de Daria.