Más que un profesor // Steve Rogers

𝐈𝐧𝐪𝐮𝐢𝐞𝐭𝐮𝐝

Steve regreso a su casa después de unas cuantas horas de convivir con Abril. Cerró la puerta detrás de él, con una dulce sonrisa en los labios. Abril es una niña muy buena y demasiado amable, pero no esperaba menos si era hija de Peggy, aún no podía decir que era suya ya que mañana irán hacer la prueba para descubrirlo, pero cuando venía de camino hizo las cuentas en su mente y el resultado no era la edad de Abril, pero el parecido era mucho entre ambos.

—Daria, cariño —la llamó. Iba a contarle todo lo que paso hoy y lo maravillosa que es la pequeña niña de Peggy—. Ya estoy aquí —al no recibir ninguna respuesta por parte de Daria o Bucky decide caminar hacia la habitación, Bucky seguro debe de estar con Sam ya que le había comentando semanas antes que iban a ir a ver un partido de fútbol, Steve hubiera aceptado, pero no lo hizo porque él tenía trabajo y quería compartir la noche con Daria además de que Sam y Bucky terminan discutiendo por todo.

Al subir a la habitación no miro a Daria, esperaba que a esta hora ya hubiera llegado de estar con sus amigos. Se sienta en la cama, toma el control remoto y prende la televisión, después de unos minutos de ver una película, mira el reloj y nota que ya es muy tarde. «¿Qué tal si le pasó algo?» se pregunto con una sensación de intranquilidad en su pecho. Busca su teléfono por sus bolsillos y maldice al recordar que lo dejo en la mesa de centro en el departamento de Sharon ya que se pudo a jugar con Abril y varias veces su celular se callo, y mejor decidió dejarlo ahí.

«Debo ir a buscarla» dijo, apagó la televisión, camino hacia la puerta para salir por ella. Al bajar las escaleras salió de la casa para ir por su motocicleta y ir a la casa de Natasha, algo dentro de él le decía que invadía el espacio de su chica, pero no está tranquilo al ver la hora son las 12:00 p.m. Si bueno Abril no lo dejaba ir hasta que le leyó un cuento para dormir.

Subió a la motocicleta y se puso en rumbo a la casa de Natasha, si Daria se enoja con él, él le iba a explicar porque iba por ella, pero sus planes cambiaron cuando miraron a Daria sentada en el pasto del parque con un joven riendo, Steve arrugo su frente un poco, ese chico no es Peter así que ¿Quién podrá ser?

Minutos antes de que Steve mirara a Daria, ella estaba charlando con su tío George, no pudo calmar el dolor de su pecho, un dolor que se incrementa cada vez más cuando piensa que Steve la engaña con otra mujer.

—Sabes quién también vino conmigo —comentó George con una sonrisa amable en su rostro, Daria negó con su cabeza en silencio—. Will, él sobrino de Jackson ¿Lo recuerdas?

Olvidar a Will era un problema para Daria, como olvidaría a ese chico de lentes, cabello rubio y con sus puntas teñidas de rosa. Will y ella se volvieron amigos cuando Jackson los presento, pero no sé miraban mucho puesto que Will es dos años más grande que ella y tenía muchas más cosas por hacer, pero cuando se juntaban siempre tenían algo de que hablar.

—Si, no puedo olvidar a quien me ayudó a montar en bicicleta.

George sonríe al ver como su sobrina le tiene aprecio a Will, Will sufre de depresión por la muerte de su madre cuando tenía diez y conocer a Daria le ayudo mucho. George le recomendó a su esposo, Jackson, un psicólogo el cual fue muy bueno para Will, pero tiene miedo que recaiga de nuevo en su depresión después de lo que le sucedió.

—Bueno, vino conmigo porque el psicólogo que lo atiende está aquí y para hacerte honesto tengo miedo que recaiga en su depresión —comentó sin mirar a su sobrina, Daria sostuvo el brazo de su tío y giro su mirada para verlo.

—¿Qué le pasó? ¿Esta bien? —pregunta más inquieta de lo que ya está.

—Algunas personas dirían que exagero, pero Will se enamoró de alguien y bueno termino mal, el duelo del desamor es más fuerte que otro duelo y me da miedo que le pase algo sabes —se encogió de hombros.