𝐔𝐧𝐚 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐚

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Al siguiente día Daria paseaba por los pasillos de la escuela, con sus audífonos a todo volumen junto a Natasha; ella ya le había contado a Nat lo que paso con Steve, pensó que se molestaría, pero al parecer se lo tomó a bien y también le había contado sobre su salida con el profesor Dean Morgan.

—¿Y cómo te sientes? —preguntó Romanoff.

Ella sabía que era un poco extraño ya que esas relaciones eran un poco raras para los demás. Al no recibir respuesta giró a ver a su amiga la cual está casi bailando, Natasha rodó sus ojos y le quitó un audífono.

—¡Oye! 

—Te estaba hablando Daria.

Daria suspiro y se quitó el otro audífono también para así poder escuchar mejor a Nat.

—Perdón —se disculpó con gentileza—. ¿De qué me hablas?  

—Te pregunté ¿Cómo te sientes? —volvió a repetir su pregunta, Daria se encogió de hombros—. Esto puede ser extraño ya que su reacción se basa en también un trato como padre e hija.

—Entiendo y es muy raro de hecho, pero es mi calificación Nat y si repruebo no puedo ir a Londres —comentó abrumada por lo que sucede.

Natasha apoyó su mano en su espalda y me dio una reconfortante sonrisa.

—Todo irá bien, si Steve hace algo malo le puedes decir al perfecto barnes ellos viven juntos y bueno a todo esto ¿Por qué Londres? Vivías allá no era mejor quedarse al final solo te faltaba un año —cuestionó Natasha algo confundida.

Daria iba a responderle con la verdad, pero la voz del perfecto barnes la interrumpió.

—Señorita Lee.

Natasha y Daria miraron a Bucky el cual venía con una carpeta con documentos en su mano.

—¿Si? 

Bucky se acercó a ambas chicas y al estar cerca habló nuevamente.

—La buscan.

Daria miró a Natasha, ella se encogió de hombros y miró a su hombre darle una media sonrisa para después borrarla y ver a Daria.

—Claro, después nos vemos Nat.

Natasha asintió con la cabeza, Daria camino hacia Bucky y este con un gesto de mano se despidió de Natasha para empezar su andar junto a Daria, en transcurso de su caminar ambos se mantuvieron en silencio, hasta que llegaron a las canchas de fútbol.

—¿Por qué estoy aquí? —preguntó confundida.

Bucky cerró su carpeta y le dió una señal al guardia que está a unos metros de ellos.

—Usualmente aquí recibimos a los padres de los alumnos ya que es un campo más abierto y libre —explico con formalidad.

Daria asintió, cuando el guardia trajo a un hombre que era desconocido para ella miró a Bucky y él la miró con seriedad.

—Es Henry Collins.

—Es Henry Collins

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Más que un profesor // Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora