Lisa llamó a su hermano para que viniera a buscarla al colegio. Le dijo por donde tenía que entrar para que no lo vieran, ya que no era un estudiante del mismo.Jennie respiraba con dificultad, la debían llevar al médico aunque ella no quisiera. No podía seguir así, debían vendarle algunas partes del cuerpo que tenía lastimado, y curárselas.
Cuando escucho pasos detrás, giró la cabeza. Lisa vio a su hermano buscándola con la mirada. Ella silbo, y al verla corrió a donde la tailandesa.
Su hermano fue bajando su paso cuando vio a la chica que Lisa sostenía entre sus brazos contra la pared.
- Lisa, ¿Qué pasó? – Se quitó la capucha de la sudadera, y la miró. Sus ojos estaban cristalinos.
- Luego te explico. – Susurró – Ayúdame –
Bambam tomó a Jennie entre sus brazos, y la levantó.
Jennie se removió incómoda y se quejó.
Le dolía la cara, la espalda, la cintura, las piernas, y las manos de tanto defenderse contra Suzy. Abrió un ojo, el cual no tenía lastimado, y vio a un chico castaño sosteniéndola, sus ojos color miel penetraron en los suyos color chocolate.
En ese momento, Jennie sintió que el dolor desaparecía lentamente.
Bambam le sonrió, y ella solo volvió a cerrar su ojo.
Salieron del edificio, y a la salida, Lisa vio a Roseanne mirando para todos lados en busca de algo o alguien. Cuando vio a Jennie salir en manos de un chico, corrió hacia la tailandesa. Lisa trató de esquivarla pero Roseanne la tomó del brazo deteniendo su paso.
La rubia despeinó su cabello en señal de frustración y abrió la boca para hablar, pero las palabras nunca salieron.
No podía decir nada, había sido parte del plan que Suzy tenía. No sabía nada de este, pero igual, provocó que lastimaran a Jennie de tal manera que le duraría por semanas.
- ¿Cómo está? – Logró susurrar.
Lisa se limpió una lágrima que cayó por su ojo derecho, y le pegó una bofetada a Roseanne. La señaló con su dedo índice.
- ¡No tienes ni un puto derecho en preguntar cómo está! – Le recriminó. - ¡La viste cuando fuiste a sacar a tu novia de ahí! Apenas puede respirar… - Las lágrimas cayeron por sus mejillas. Ambas son unas bestias. Con razón están juntas.
Y sin decir más, se dio media vuelta y empezó a correr hasta llegar al auto para subir en el lado del copiloto.
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Jennie pidió en murmullos que no la llevaran al hospital porque luego su padre tendría que ir a buscarla, y no quería explicarle que le pasó.
Condujeron hasta el departamento de Bambam.
Él cargaba a Jennie en sus brazos, y Lisa abría todas las puertas para entrar lo más rápido posible. Cuando entraron al apartamento, Bambam fue hacia su habitación, y la recostó en la cama. Lisa corrió hacia el baño para buscar la caja de primeros auxilios, desordenó todo el estante hasta encontrar el botiquín.
Desinfectaron, curaron y cubrieron todas las heridas que Jennie tenía.
Se dieron cuenta que se había quedado dormida, y salieron de la pieza dejándola descansar. Lisa se recostó en el hombro de su hermano y comenzó a llorar. No entendía por qué la gente hacía este tipo de cosas, y por qué personas buenas como Jennie debían sufrirlas. Bambam la consoló hasta que su llanto empezó a disminuir.
- Cuéntame, ¿Cómo paso? A ti no te lastimaron, ¿Verdad? – Frunció el ceño, serio.
Lisa negó con la cabeza, y se separó de su hermano para apoyarse contra el sofá.
- Vi su mochila tirada en medio del pasillo… y, y sabía que algo no iba bien… El fin de semana, la amenazaron, y hoy cumplieron. – Sollozó. – Vi a Roseanne, la novia de Suzy, la chica que hizo esto, y la obligué a que me dijera donde estaba… - Negó con la cabeza, e hizo una mueca de dolor. -Cuando la encontré, estaban a punto de clavarle una navaja… Roseanne luego se llevó a su novia, ahí fue cuando fui con Jennie, y te llamé a ti. – Sus lágrimas caían por sus mejillas. Se acurruco entre los calientes brazos de su hermano quien consolaba la pena, y el dolor que sentía ella por su amiga.
- Yo le dije que ellas no estaban en el Instituto, y que podía ir tranquilamente. – Dijo Lisa – Soy una estúpida –
- No, no, no. – Limpio sus lágrimas con el pulgar. -No, no eres una estúpida… no pensaste que le harían daño de verdad, quédate tranquila ¿Bien? – La abrazó, y luego la puerta de la habitación se abrió.
Jennie tenía una mano en su cabeza, y otra en su cintura. Su labio estaba abierto y de este salía sangre. Su mirada recorrió todo el lugar hasta posarse en Lisa, intento sonreír pero aún tenía toda la cara dormida. No podía moverla. No lloró. Ya no tenía más lágrimas que derramar.
Lisa se paró del sofá, y cuando estaba a punto de tirarse a sus brazos, se detuvo. Le dolería mucho. Jennie agacho la cabeza, y poco a poco se acercó hasta estrecharla entre sus brazos con delicadeza.
Lisa mojó la camiseta de Jennie con el agua que salía de sus ojos. Se sentía fatal.
No iba dejar que esto le pasara de nuevo… no entendía su dolor al cien por ciento, pero, sabía que era que te criticaran hasta por tu color de ojos.
- Todo está bien. – Susurró Jennie con su voz cortada.
Se separaron, y Jennie sonrió, o intento hacerlo de la mejor manera.
Bambam se paró del sofá, y fue a la cocina.
La rubia mientras tanto, ayudaba a Jennie a llegar al sofá y sentarse sobre este.
Minutos después, apareció Bambam con una taza de té, y se la entregó sentándose en el sillón de enfrente.
Jennie lo miro.
- ¿Es tu novio? – Le señaló.
-Es mi hermana. – Dijo el castaño desde el otro lado. – Me llamo Bambam. – Sonrió, y elevó una mano para saludarla.
Jennie hizo lo mismo, y escondió una sonrisa.
Era lindo.
- ¿Recuerdas algo? – Preguntó Lisa sacándola de sus pensamientos.
Ella respiro hondo, y cerró los ojos con fuerza deseando poder decir que no, pero no era así. Nunca tuvo pensamientos tan claros, y naturales como estos.
- Lo recuerdo todo -
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𝘓𝘦𝘵 𝘔𝘦 𝘋𝘪𝘦 - 𝘊𝘩𝘢𝘦𝘯𝘯𝘪𝘦
Fanfiction- ¡Jennie! - Exclamó, y corrió a su lado tomando su muñeca por debajo de la cazadora. - ¿Por qué me salvaste? - - Jennie... ¿Querías que te atropellara el autobus? - Frunció la ceja, y agarró con fuerza su muñeca, la acarició. En ese momento sintió...