La fiesta había terminado y la mayoría de las personas se habían ido. Jennie manejaba el auto de Lisa quien reía en el asiento del copiloto. Roseanne iba en el asiento trasero pues le pidió a la castaña que si la podía dejar en su casa, ya que su auto se había averiado… Lisa se sentó recta contra el respaldo, prendió la radio a todo volumen y empezó a gritar la canción que sonaba. Jennie no soportó tal ruido y la apagó. Cuando la tailandesa iba a quejarse, unas sirenas de policía aparecieron detrás del coche.Mierda.
Jennie no tenía licencia para conducir este auto pues no era de ella… Además, tenía diecisiete, era menor de edad y lo peor de todo, que no era muy buena mintiendo cuando no conocía a la persona. Supuso que Lisa tampoco tenía su licencia ya que, era demasiado irresponsable.
Jennie paró a un costado de la carretera y le pegó una cachetada a Lisa para que se despertara de su maldita nube.
- La policía nos va a arrestar si no cambiamos de lugares y haces como que tú estás conduciendo, Lisa. - Dijo Jennie sacudiéndola y la rubia abrió los ojos muy ampliamente.
- ¿La policía? - Preguntó alarmada y vio las sirenas por el vidrio trasero… entonces, entendió. -¡Jennie! ¡Muévete! -
Pero, cuando quisieron cambiar de asientos, el oficial ya estaba contra la ventana y le había dado unos golpes para que estas bajaran el vidrio y eso fue lo que hicieron… Bajaron la ventanilla y el señor que tendría unos cincuenta años apareció con todo su traje, incluso placa con nombre y apellido.
-Licencia, por favor. -
Lisa se la pasó a Jennie desde su billetera… No sabía que la tenía y cuando el policía notó que la chica que conducía no era la misma de la foto, prendió su radio y habló con la estación. Jennie quería pegarse un tiro, literalmente. Su padre iba a matarla.
El policía caminó hasta su propio auto en busca de su libreta de multas.
Lisa bajó del auto en busca del oficial y Jennie solo rezó para que la rubia no cometiera otra tontería.
En ese instante Lisa entró corriendo al auto y le gritó a Jennie:
- ¡Tengo la licencia, la arranqué de su mano! ¡Arranca a toda velocidad! -
- ¡¿Qué?! -
- ¡Jennie, arranca el auto! - Le gritó Lisa con furia y Jennie apretó el acelerador…
La velocidad del coche empezó a subir, iban a unos 100km/h, el ruido de las sirenas todavía se escuchaba, así que, doblaron en la primera calle que pudieron y cuando encontraron un callejón, estacionaron el coche.
Apagaron el motor y Jennie soltó el volante. Nunca había hecho eso en toda su corta vida y no tenía ganas de volver a intentarlo por más que hubiera sido divertido.
Roseanne sonrió de lado cuando el auto frenó y pegó un grito de alegría, Lisa le copió la acción. Jennie, por su parte se recostó contra el asiento respirando con tranquilidad.
La tailandesa y la rubia estaban como locas gritando como si su equipo de futbol preferido hubiera metido un gol y hubiera ganado una de las copas del Campeonato Mundial.
- Nunca más salgo de fiesta contigo. - Señaló a Lisa y luego, giró sobre su asiento para señalar a Roseanne. - Y tú, que supongo que eres una gran mentirosa, me hubieras ayudado a salir de esa sin tener que haber escapado a máxima velocidad.
- ¡Oh, vamos! Fue totalmente divertido, Jen. - Exclamó Roseanne con un tono alegre en su voz.
- ¡Fue asombroso! ¿No te divertiste? - Cuestionó Lisa golpeando a Jennie en el brazo.
- Ustedes dos son las personas más dementes de este maldito planeta. -
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Habían dejado a Roseanne en su casa y Lisa se había quedado dormida todo el trayecto hasta la casa de Jennie… Cuando entraron a la misma, todas las luces estaban encendidas y Jack apareció por la puerta de la cocina cuando la principal se cerró con fuerza debido al viento.
Una Lisa borracha entró a la casa y una Jennie totalmente consciente también.
Tal vez no encontró a su hija en la cárcel por haber estado conduciendo un auto que no era de ella con una borracha y una estúpida chica que solo quiere divertirse pero, la encontró entrando a casa a escondidas y eso, nunca era bueno.
Su padre la observó de arriba abajo, tenía algunas manchas de vomito en su pantalón y la blusa desarreglada. Su padre quería que ella tuviera una vida de una chica adolescente pero, no deseaba que fuera de esas chicas que salen sin avisar y que nunca respetan las reglas.
- Ayuda a Lisa a subir a la habitación y después baja. - Le ordenó. - Tenemos que hablar. -
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𝘓𝘦𝘵 𝘔𝘦 𝘋𝘪𝘦 - 𝘊𝘩𝘢𝘦𝘯𝘯𝘪𝘦
Fanfiction- ¡Jennie! - Exclamó, y corrió a su lado tomando su muñeca por debajo de la cazadora. - ¿Por qué me salvaste? - - Jennie... ¿Querías que te atropellara el autobus? - Frunció la ceja, y agarró con fuerza su muñeca, la acarició. En ese momento sintió...