Al salir de la universidad tomé el bus para dirigirme al centro. Tenía deudas que pagar y, de paso, compraría ropa. Había recibido ya mi sueldo y tenía que comprar un atuendo espectacular para la cita con Max.
Kitana se había ofrecido voluntariamente y con gran emoción a asesorarme con peinado, maquillaje y vestuario, a lo cual, no me había negado ya que Kitana tenía un maravilloso sentido de la moda. Acordamos encontrarnos en una de las tiendas favoritas de mi amiga, una llamativa tienda con un enorme letrero que decía "Madame" adornado con bordes de estampado de leopardo.
Al verme llegar ella me saludó y me arrastró al interior de la tienda. Por dentro el lugar era pequeño pero tenía mucha ropa. Caminé un poco y me detuve frente a una vitrina donde un maniquí lucía un vestido flojo y casual. Llegaba hasta un poco más arriba de la rodilla y era de volados. Su color era hermoso. Nunca lo había visto, su nombre no lo conocía pero era un color delicado, femenino parecido al color de la piel pero un poco más fuerte, como melón y con un estampado de plumas negras cayendo.
Hipnotizada por la belleza del vestido, llamé a Kitana quien pululaba por la tienda buscando opciones para mí.
- Quiero ese vestido – Le dije señalándolo.
- ¡Es hermoso! – Revisa la etiqueta y su rostro se crispa - ¿Qué dem...?
- ¿Qué? ¿Cuánto cuesta?
- Su precio tiene tres cifras Luisa.
- Debes haber visto mal.
Lo reviso por mí misma y... sí, el bendito vestido es tan caro como un mes de sueldo. Me desinflo como globo de fiesta ¿Y ahora? ¡El vestido es perfecto!
- ¿Qué hacemos? – dice.
- Vende mi cuerpo, no muy barato.
Kitana ríe y yo me uno a ella.
- Sigamos buscando.
- No – La detengo de su avance.
Muy bien, debo analizar la situación.
Esta semana tendré mi primera cita en mis ridículos 21 años y la tendré con un hombre increíble que me gusta mucho y que es malditamente guapo ¡Yo también debo estar impactante! Y lo estaré con ese vestido, me merezco ese vestido ¡Casi nunca compro algo para mí!
Sí es caro, demasiado pero... pero podría usar el dinero de emergencia, el de la cuenta de ahorro de mami en el banco.
Esto es una emergencia.
- Tengo el dinero.
- ¿Estás segura?
- ¡Sí! Acompáñame al probador antes de que me arrepienta.
Al probármelo me enamoré aún más ¡me quedaba bien! Kitana le agregó al atuendo un fino cinturón café y unos botines de tacón café claro. Lucía bonita y me gustó el resultado. Salí con dos grandes bolsas y al cruzar la puerta de vidrio de la tienda, el frío viento nos azotó la cara.
***
- ¿Puedes por favor decirle a tu gato/pez que deje de jugar con el vestido? - Preguntó una impaciente Kitana.
Nemo se había ganado un espacio en el corazón de mis amigas, quienes al escuchar la noticia de mi gato, corrieron a mi departamento a conocerlo.
- Su nombre es Nemo.
- Me gusta el nombre, es tan original. Y hablando de original, ¡Mira tu atuendo!
Kitana me hace girar frente al espejo de cuerpo entero de mi cuarto.
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Entre besos & disparos
RomanceEn algún oculto rincón de Rusia estaba ella, rodeada de otras siete almas que al igual que la protagonista esperaban anhelantes que los encontraran, aunque aquello parecía improbable. Tanto de día como de noche, había oscuridad y el frío los tortura...