Todo lo que veo son personas con uniformes negros enfrentándose a otras igualmente uniformadas. Todo es una mancha borrosa de figuras negras moviéndose de un lugar a otro. Fácilmente podría confundirse a los hombres "buenos" con los hombres "malos" debido a sus vestimentas casi iguales, pero fijándote bien en las iniciales ASN hechas con material reflectivo, sabías de qué lado estabas segura.
No logro escuchar nada, el sonido de mi corazón, mi respiración, mis propios pensamientos... Nada, estoy completamente aturdida en aquel caos.
El ronroneo de diferentes motores, tanto de carros, de motos como de helicópteros, acompañaban la noche.¿Qué pasa? ¿Quiénes nos atacan son los mismos que me habían secuestrado?
Mi cuerpo, atrapado y paralizado por el enorme miedo, se rehusa a moverse. Morgan había pronunciado la fatídica palabra "vamos" pero ninguno de mis pies se movió. No sabía lo que pasaría una vez que pisáramos el campo de sangre.
- ¡Luisa, ven! - Grita Morgan aún dándome la espalda.
Trato de hacer lo que me pide pero me es imposible. Esto es demasiado peligroso, tengo miedo ¡Estoy aterrada! No quiero salir, por favor.
Morgan se encontraba listo, en posición defensiva; apuntando en todas direcciones. Gracias a la oscuridad que nos da la noche y a que pasábamos desapercibidos por todos, Morgan y yo permanecíamos vivos todavía, pero que esa condición siguiera igual dependía de mí y de mis pies.
Debo moverme.
Morgan ladea un poco la cabeza y me mira impaciente al ver que estoy parada como un árbol. Dirige una mirada más al terreno y al cerciorarse de que no existiera peligro baja su rifle y se gira a mí. Pasa su brazo por debajo de los míos, con su mano agacha mi cuerpo dejándome un tanto encorvada y comienza a avanzar a rápidos y largos pasos.
- ¡No, no, por favor! - Grito, frenando mis pasos y enterrando mis pies en el suelo, tratando de detener el avance.
¿De dónde salía este miedo paralizador? En el fondo siento un poco de pena por mostrarme miedosa, pero no puedo evitarlo. Además, mi mano izquierda arde y no para de sangrar, estoy perdiendo demasiada sangre.
- ¡Muévete!
El grito que suelta Morgan acciona mis músculos. Por un momento la voz del hombre me intimidó pero debo admitir que fue necesario, empiezo a caminar a velocidad junto al hombre. Solo rogaba que nada me pasara, que saliera a salvo de esto... Pensar que una bala perdida pudiera impactar en mí me dejaba sin aliento. No quiero morir.
Cruzamos cautelosos por el amplio terreno.
Yo miro fijamente el suelo y a mis pies. No soy suficientemente valiente en esos momentos como para levantar mi cabeza y enfrentarme con el caos.
Grito cuando de un todoterreno pintado de camuflaje salen destellos de chispas, propias de la lluvia de disparos que sueltan al campamento. Llevo mis manos a mi oídos, protegiéndolos del ensordecedor bullicio que origina los diparos. Las balas salen rápidamente sin ningún tipo de descanso entre una y otra bala; su ataque es demoledor. El todoterreno tiembla debido a la fuerza del arma que posa en su parte posterior, la cual estaba rodeada de chispas que salían con cada bala.
- ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Muévete!
Se agacha y me levanta del suelo. Por la sorpresa del arma, yo había dejado caer mi cuerpo, perdiendo toda fuerza.
Seguimos, mientras Morgan grita por el auricular; intentando entablar un conversación que se entienda con ese alguien del otro lado de la línea. Miro a todos lados, moviendo mi cabeza de izquierda a derecha escrudiñando las sombras, en un intento por ver algo más, quizás a Allison o a Andrea, pero sólo veo haces de luz blanca proveniente de los helicópteros.
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Entre besos & disparos
RomanceEn algún oculto rincón de Rusia estaba ella, rodeada de otras siete almas que al igual que la protagonista esperaban anhelantes que los encontraran, aunque aquello parecía improbable. Tanto de día como de noche, había oscuridad y el frío los tortura...