- ¡Ya basta! No fue gran cosa.
- ¡Te besaste con un total desconocido! - Grita Diana, abriendo sus ojos como platos - ¡Te chupó hasta los dientes!
- Que asquerosa... - Habla Kitana, mirando con desaprobación a Gabriela - ¿Cómo dejaste que alguien que no sea tu odontólogo anduviera en tu boca?
- ¡Él se me acercó! Puso sus labios como un pato feo y yo solo me alejaba diciendole a Kitana, con los labios, que me ayudara.
- Ah... ¿Eso decías?
Kitana finge demencia y las demás chicas ríen viendo cómo Gabriela no puede safarse de la ronda de burlas que recibe.
- ¿Pueden hacer silencio? - Pregunto con una voz que no suena nada agradable... - No me entra Ambientación y pensamiento lógico, voy a sacar un "ojo" si no estudio.
La profesora Reeds tiene una particular manera de escribir un cero en sus evaluaciones, si obtenías esa nota en su materia ella escribía un enorme "OJO" en la esquina de la hoja. Por un lado te libras de ver el real cero, pero por el otro, el "ojo" es una clara advertencia de que peligras en esa materia.
Diana, Gabriela y Kitana bajan sus miradas hacia mí, la única del círculo sentada en el césped del campus con un compendio sobre sus piernas cruzadas.
En menos de una semana de haber regresado, mi apariencia de estudiante universitaria había crecido con la misma velocidad que el número de granos en mi cara. Con mi cabello despeinado, mi camiseta a cuadros arrugada, mis infaltables converse y los volcanes de pus en mi frente; me transformé en una versión de mí misma a los 14 años, cuando la pubertad y yo recién nos conocíamos.
- ¡Diablos Luisa, estás horrible! El estudio te sienta mal - Dice Diana con una sonrisa.
- Toma - Kitana se agacha junto a mí para depositar una moneda de un dólar sobre la pág #78 de mi compendio -. Para que te ayudes buena mujer.
Luego de tres segundos, termino riéndome con ellas.
- ¿A qué hora tienes el examen?
Gabriela se sienta conmigo, acercándome su funda de papitas.
- En media hora - Tomo una papa y me la meto a la boca -. Tengo un salón con 50 sillas donde estaré sola con Reeds.
- Nosotras iremos al centro comercial a buscar machos - Diana siempre bromeaba con eso, todas sabíamos que ella es algo reservada como para iniciar un coqueteo -. Vendremos luego a recogerte al campus para sacarte a pasear, cuando hayas terminado el examen.
Siento envidia. Ellas de vacaciones y yo estudiando.
- Gracias, pero hoy no tengo ganas de que me aten a la correa y me saquen al parque.
Dejo a un lado el compendio y me rasco frenéticamente la cabeza. Cuando tenía estrés, me invadían piojos imaginarios.
- Además tengo que seguir estudiando, aún me quedan varias materias.
- Vamos... - Dice Kitana mientras me aferra el brazo y lo sacude - Solo serán dos horas, y si Diana consigue macho, quizá tres... Por favor.
- ¡Oye! - Diana señala a Kitana con su cara seria - No dudes en que lo conseguiré...
- En serio, gracias, pero no.
A regañadientes recojo el abandonado compendio y giro la página para seguir estudiando.
- Está bien.
Faltaba poco para que mis amigas finalmente se cansaran de mi humor de mierda y me dejaran sola. Si eso pasaba, no las culparía; ni yo misma quería estar conmigo.
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Entre besos & disparos
RomansaEn algún oculto rincón de Rusia estaba ella, rodeada de otras siete almas que al igual que la protagonista esperaban anhelantes que los encontraran, aunque aquello parecía improbable. Tanto de día como de noche, había oscuridad y el frío los tortura...