37. Celo de un omega

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—Hyung, quiero besitos

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—Hyung, quiero besitos. —Pidió apenas visualizó a su novio. —Muchos. —Insistio, balanceándose sobre sus puntillas, hasta lograr atrapar los labios del alfa.

Mismo que permanecieron estáticos.

—¿Por que me haces esto? —Replico al sentir ese aroma tan peculiar de su omega, mismo que restregaba su cuerpo en un intento de envolverlo de con su aroma.

Sin duda su pequeño y dulce omega, estaba entrando en su celo, la tenue luz del ocaso colándose por la ventana, se reflejaba sobre piel blanca del más joven, provocaba que al alfa no pudiese despegar los ojos de su pareja, que lo apréciese desde los pies descalzos los cuales se ponían de puntillas cada que atrapaba los labios ajenos, hasta sus mejillas rosadas a causa del calor que desprendía su... Celo.

Lo estaba enloqueciendo con esos bellos, rosados y regordetes labios que no dejaban de posarse sobre los suyos una tras otra vez, con ese adorable y apetecible aroma a mandarinas y almendras, el cual se combinaba a la perfección con el suyo.

Tenía que parar, pero por alguna razón, su lobo desobediente solo desea coger en los brazos a su omega y no soltarle durante las 48 horas siguientes.

—¿Cuando? —Indagó el alfa dejándose llevar por su joven omega, quien solo murmuró sin comprender. —¿Cuando entraste en celo?

—¿Lo sientes? —Pregunto feliz de que el alfa fuera capaz de reconocer que su celo había empezado.

—Claro que lo hago, eres mi omega, que clase de alfa no lo sabría.

—Yo pensé que... —Jimin negó con una sonrisa, no había por que arruinar el momento. <<No podrías, por que no soy tu predestinado>>. —Claro que lo harías. —Aseguró, dejando de lado sus bobos pensamientos, solo dejándose abrazar por los fuertes brazos de su alfa. —No estaba seguro si era mi celo.—Se excusó, tal vez con una pequeña mentira, aferrándose al cuerpo de su novio. —Quiero que me mimes. —Balbuceó, sintiendo su lobo aullar de dolor.

—No puedo quedarme... —Maulló aún encontra de su lobo, deseando poder contener el deseo desenfrenado que sentía por el omega frente suyo. —Lo que quiero decir, es que.. Yo quiero comerte. —Balbuceó sobre el delicado cuello de su omega. —Justo aquí. —Aclaró encajando levemente sus colmillos en el cuello contrario.

—¿Puedes comerme? —Pregunto con curiosidad, nunca lo había escuchado, sabía sobre la marca, que se hacía atravez de una mordida en su cuello, y sabía que sería doloroso, pero ¿Comer? —¿Arrancarás un pedazo de mi? Tal vez así se hace la marca. Esta bien, pero.~... —Hablo tan apresuradamente e inocente, que fue detenido solo cuando escuchó la risa proveniente de su alfa. —¿Te burlas de mi? —Reprochó tan pronto fue capaz.

—Cariño, necesitaremos protección. —Contestó alejándose del cuello de su novio. —O querré marcarte ahora mismo.

—YoonGi sabes que puedes hacerlo, para eso son los novios. —Expreso Jimin, jalando el cuello de su camisa, hasta dejar expuesto gran parte de el. —Justo aquí. —Aseguró, cerrando los ojos. —Hazlo. —Pidió casi sintiendo el dolor que causaría una marca. —Rápido. —Rogó, halando aún con más fuerza el cuello de su camisón.

—Tengo una mejor idea. —Sugirió Min, sosteniendo la muñeca de su omega, hasta que este soltase su camisa.

Lo tomo en brazos hasta recostarlo sobre la cama.

Aquí estamos de nuevo. Otra vez este joven, imprudente y hermoso omega le pedía una marca.

Y esta vez no se negaría. En absoluto.

Min se acerco lo suficiente al cuello de Park Jimin, presionando sus labios contra el cuello del omega, hasta tomar una parte de el, y succionó solo un poco, hasta que fue capaz de percibir el rojo en el cuello de su joven novio.

—No es un lazo, pero con esta marca todos sabran que tienes un alfa. —Aseguró observando con orgullo la pequeña sugilación en el cuello de su omega. —Todos sabrán que eres mío.

Jimin se paró deprisa, y corrió entre tropezones hasta su espejo, sintiéndose sonrojado al ver esa pequeña marca de apenas un centímetro.

—¿Y tu? Como sabran todos que tu eres mío. —Soltó en un ronroneo.

Esos que enloquecían al lobo del alfa.

—Puedes hacerme uno igual. —Sugirió Min, sin perder de vista a su omega, quien aún estaba apreciando su marca frente al espejo.

—No, se burlarán de ti, ningún alfa tiene marcas así. —Aseguró, intentando recordar lo que ha leído.

—No me importa si eres tú el que lo hace... 

—Déjame impregnar mi aroma en ti. —Pidió, girándose hacia el alfa. —Deja Que mi aroma envuelva tu cuerpo, y nuestros aromas se mezclen.

—Pero... Tu. ¿Sabes hacerlo? —Cuestionó observando a Jimin que se acercaba a toda prisa, hasta lanzarse a su brazos.

—Lei sobre ello... Debemos... Debo restregar mi cuerpo desnudo sobre el tuyo, mientras lamo tu cuello. —Explicó, sintiendo sus mejillas sonrojar, tan pronto sintió el cuerpo de Min bajo el suyo. —Justo así. —Murmuró dejándose llevar por su lobo a quien culparía después por ser tan sinvergüenza, mientras se aferraba al cuello del alfa y dejaba pequeños besos. —¿No quieres?

YoonGi giro sosteniendo por la cintura a Jimin, posicionando al omega a arcadas sobre su cuerpo. —Lo deseó. —Aseguró.

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