Jimin es un lindo y pequeño omega, enamorado de cierto alfa indiferente, tras pensarlo durante mucho tiempo, su mejor idea para conquistarlo, era secuestrarlo y esperar a que acceda ser su novio.
Omegaverse.
Capítulos cortos.
Portada: etternaly
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La noche en la azotea del edificio de Jimin era perfecta. El aire era fresco, y las luces de la ciudad brillaban como estrellas en el suelo. Jimin y YoonGi estaban recostados sobre una manta, disfrutando de la tranquilidad y la intimidad de su cita. Jimin se aferraba a la mano de YoonGi, sus dedos entrelazados con fuerza como si nunca quisiera dejarlo ir.
Jimin, con una sonrisa juguetona en sus labios, se giró para mirar a YoonGi. —Es una noche tan hermosa. —Murmuró Jimin, su voz suave y llena de cariño.
—Sí, lo es. —Respondió YoonGi, apretando suavemente la mano de Jimin.
—Yoongi.... —Comenzó Jimin, su voz suave y llena de cariño.
—¿Sí?. —Respondió YoonGi, volviendo su mirada hacia su omega con una expresión amorosa.
Jimin mordisqueó su labio inferior, un gesto adorable que YoonGi siempre encontraba irresistible. —¿Me das un beso? Uno chiquito. —Pidió, sus ojos brillando con inocencia y deseo.
YoonGi no pudo evitar sonreír ante la ternura de Jimin. —¿Uno chiquito? Claro.
Se inclinó hacia Jimin, sus labios encontrando los de su omega en un suave y breve beso.
Jimin suspiró contento cuando se separaron, su aroma a mandarina y almendras envolviendo a YoonGi con su dulzura. —Gracias, Yoongi. Siempre haces que me sienta amado.
YoonGi acarició la mejilla de Jimin con el dorso de su mano, mirando a su omega con ternura infinita.
Jimin se acurrucó más cerca, su cabeza volviendo a Jimin sonrió y se acurrucó más cerca de YoonGi, sintiendo el calor y la seguridad de su alfa. De repente, una estrella fugaz cruzó el cielo, dejando una estela brillante.
—¡Mira, una estrella fugaz! —Exclamó Jimin, sus ojos brillando de emoción.
—¿Pediste un deseo? —Preguntó YoonGi, mirándolo con una sonrisa.
—No... ¿debería? —Jimin frunció el ceño ligeramente, sin saber si había perdido una oportunidad.
—Por supuesto. —Asintió YoonGi. —Cuando ves una estrella fugaz, puedes pedir un deseo.
Jimin cerró los ojos por un momento y luego los abrió de nuevo, susurrando: —Deseo que Min YoonGi me ame por siempre.
YoonGi rió suavemente y acarició la mejilla de su omega con ternura. —Debías pedirlo en silencio o no se hará realidad.
Jimin frunció el ceño y se mordió el labio inferior. —¿En serio? Pero quiero que me ames siempre, ¿ahora no lo harás?
YoonGi miró a Jimin con una sonrisa llena de amor la inocencia de au omega le encantaba. —Lo haré. No necesitas gastar un deseo en eso, porque yo siempre te querré.
Jimin se relajó y sonrió ampliamente, sus ojos brillando de felicidad y su lobo bailando dentro suyo. —Entonces... quiero ir a la playa. Vayamos antes de que te vayas a la universidad.
YoonGi levantó una ceja, intrigado. —¿A la playa? Me parece una idea maravillosa.
Jimin se giró hacia él, sus ojos suplicantes y llenos de ilusión. —¿De verdad lo harías? Siempre he querido ir a la playa contigo. Quiero caminar por la arena, nadar en el mar y ver el atardecer juntos.
YoonGi se inclinó y besó suavemente los labios de Jimin, sintiendo la suavidad y el amor en ese contacto. —Claro que lo haré. Vamos a la playa. Será nuestro pequeño paraíso antes de que me vaya.
Jimin soltó una risita feliz y abrazó a YoonGi con fuerza, su aroma a mandarina y almendras intensificándose con la emoción. —¡Gracias, Yoongi! Será el mejor viaje de todos.
YoonGi acarició el cabello de Jimin, disfrutando del momento. —Hagamos que sea inolvidable.
