Antes de que comience su tercer año en Hogwarts, Harry se enfrenta a tres semanas enteras de tiempo sin supervisión en el callejón Diagon. En ese tiempo hace un viaje a Gringotts, y eso lo cambia todo.
Cargado con el conocimiento de que Dumbledore...
Las clases se reanudaron el martes, pero los profesores no estaban muy interesados. Flitwick se pasó todo el doble período hablando con ellos sobre los encantos que conllevan varios dulces mágicos, mientras les dejaba probar dichos dulces, naturalmente. Luego, como McGonagall aún no estaba en el castillo, su doble período de Transfiguración fue un período libre. Hacía un día espléndido en el exterior, así que Harry se alegró de acompañar a Neville hacia el borde del bosque para que el chico pudiera observar alguna planta que había florecido recientemente. Harry se dirigió a la cabaña de Hagrid; apenas había visto a su amigo semigigante en todo el año escolar, pensó con culpabilidad.
-Me alegro de que hayas vuelto, Hagrid-, dijo mientras se sentaban en el escalón delantero de la cabaña de Hagrid bajo el sol, y Hagrid sonrió.
-Sí, me alegro de haber vuelto. He oído que te has metido en una gran aventura mientras yo estaba fuera-. Harry se encogió de hombros, extendiendo los brazos en un gesto de "estas cosas pasan", y Hagrid se rió. -Al menos has salido bien parado al final-.
-Siempre lo hago-.
-Y todo el mundo sabe que has dicho la verdad-, añadió Hagrid para apoyarte. -Tú y el profesor Dumbledore-. La cara del barbudo se volvió preocupada. -Está preocupado por ti, sabes-.
-Lo sé. Pero no tiene por qué estarlo-. A Harry se le revolvió el estómago; uno de estos días, iba a tener que pedirle a Hagrid que tomara una decisión importante sobre su amistad, y no estaba seguro de qué camino tomaría. -Hagrid... somos amigos, ¿verdad? ¿Y confías en mí?-.
-¡Por supuesto!- contestó Hagrid inmediatamente.
-Bien. Entonces... cuando se trate del profesor Dumbledore, y de cómo van las cosas entre él y yo... recuérdalo, ¿sí?-.
Hagrid lo miró con el ceño fruncido. -¿Qué quieres decir?-.
-Nada, sólo que... realmente espero que sigamos siendo amigos, Hagrid. Incluso cuando me haga mayor y las cosas cambien-.
Una gran mano bajó con fuerza sobre su espalda. -No te vas a librar de mí pronto, Arry, no te preocupes-. La sonrisa de Hagrid se volvió un poco triste. -Aunque sé que me vas a decir que no vas a tomar mi clase para los NEWT-.
Harry hizo una mueca; ni siquiera había pensado en cómo sacar el tema, todavía. -Hagrid, yo...-
-No, no, está bien. No es para todos-, aseguró Hagrid. -Creo que tienes clases un poco más importantes que las mías que tomar-.
-Has sido un gran profesor, Hagrid-, dijo Harry con seriedad. -Y es una asignatura divertida-. Simplemente no era la carrera para Harry. -Seguiré viniendo de visita, cuando pueda-.
-Está bien, entonces-, declaró Hagrid, con el asunto resuelto. -Éramos amigos antes de que empezara a enseñarte, y seguiremos siéndolo mucho después, creo-.
Harry esperaba desesperadamente que eso fuera cierto.
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