𝐻𝑂𝑃𝐸 | twd ᶜᵃʳˡ ᴳʳⁱᵐᵉˢ

31. Good or bad choices?

¿Buenas o malas elecciones?

Hoy en día, poder pasar una noche o minutos, momentos con todo tu grupo, familia, amigos, bebiendo algo o comiendo mientras que las risas están presentes, era algo que ya no se veía. Hoy parecía, o bueno, hoy tenían la oportunidad y suerte de decir que lo estaban pudiendo vivir, los que fueron a la tienda en busca de comida, de verdad trajeron una gran cantidad, el padre Gabriel les permitió beber de su vino que era para comuniones, dándole a todos los presentes minutos de paz, como si fueran una de esas noches en la cuales se junta toda la familia y pueden compartir la cena mientras anécdotas de "¿Cómo les fue en el trabajo?" o "¿Qué hicieron en la escuela?" surgían. Era agradable estar así.

Blythe estaba recostada en el regazo de Maggie mientras ella le acariciaba la frente llegando a agarrar mechones de su cabello y así peinarlos, y lograr hacer pequeñas trencitas con estos, eso a la menor le recordaba mucho a Beth, en la prisión o en la granja, la rubia siempre le encantaba hacerle trencitas o peinados, a veces no le salía muy bien, pero para Blythe siempre eran hermosos. Eran camaradas, o al menos así se habían auto-nombrado.

Carl tuvo la oportunidad de poder establecer una conversación con Jacob y Ethan, pues los dos amigos se le acercaron al verlo que estaba algo solitario con su arma en manos, Ethan era alguien que sabía cómo hacer fluir una conversación, cosa que le agrado mucho al Grimes, aquel y Jacob hablaron un poco sobre cómo podía ser Ethan y todas las veces que aquel casi muere por sus idioteces. Blythe los vio de reojo y sonrió, la idea que Ethan se lleve bien con Carl le agradaba.

Lo único es que la Greene todavía no había tenido la oportunidad de hablar temas serios con Ethan. Un tema era qué paso con su familia.

— ¿Crees que Glenn se dejara si quiero hacerle un peinado? Puedo hacerle un mini rodete con su mini melena —Maggie rio, si bien Glenn claramente se dejaría, verlo con un pequeño rodete sería muy graciosos— no creo que sea mala idea.

— Quiero proponer un brindis —empezó a decir Abraham, a lo que todos los demás empezaron a sentarse en sus lugares— Cuando miro alrededor, veo sobrevivientes.

— ¡Ay! Me alagas —expreso el pelinegro a lo que Carl sonrió sin hacerte notar, pero el otro castaño solo rodó los ojos, no había ni un segundo que aquel no abriera la boca para decir sus comentarios.

— Cada uno de ustedes se ganó ese título —mientras algunos sonreían por eso, otros recordaban todo lo que tuvieron que hacer para escuchar dichas palabras, lo que tuvieron que perder. —Por los sobrevivientes —dijo mientras alzaba su copa.

— ¡Por mí! —exclamo Ethan queriendo agregarle algo de humor a la situación.

— ¡Sobrevivientes!

— Quiero decir, ¡Sobrevivientes! —se corrigió el pelinegro.

— ¿Así quieren vivir? —hablo nuevamente el Ford llegando a cuestionar a todos los presentes, segundos antes estaban brindando por estar vivos y ahora parecía ser una pregunta con doble sentido, ya que todos sabían a lo que el Ford se estaba refiriendo. — Levantarse a la mañana, luchar con los muertos, buscar comida, dormir con los dos ojos abiertos y al otro día lo mismo.

— Nop —dijo Ethan mientras ponía un bocado de comida en su boca.

— Pueden vivir así, ustedes son fuertes, son listos, la cosa es que para ustedes para lo que pueden hacer, eso sería rendirse. Podemos llevar a Eugene a Washington y hacer que los muertos mueran y que los vivos recuperen su mundo. Y eso no es un mal negocio para hacer un simple viaje.

Mientras el Ford seguía hablando, Blythe se recostó mejor en el regazo de Maggie, aquella empezó a acariciar su cabello dejando un tierno beso en su cabeza. Eugene dio una breve descripción de como seria si todos van a Washington, y aunque la idea suene muy tentadora, aún no podían irse, Blythe no quería irse, se reencontraron con todos, pero algo de ella aun quería buscar a Beth.