Un futuro A tu Lado

Oscuridad

•Esta casi amaneciendo y estamos por entrar en las Tierras de Gondor, llevamos toda la noche sin parar por el aviso de que Gondor estaba en graves apuros. A lo lejos se empieza a vislumbrar la gran fortaleza de Gondor, pero también significa que el sonido de la batalla que se esta librando es atronador.

•Narrador:

•Mientras el ejercito de los Rohirin estaba próximo a la batalla dentro de la fortaleza Gandalf cabalgaba rápidamente con Pippin montados en Sombra gris para llegar al rescate de Faramir, el cual iba a ser quemado junto a Denethor, por la locura de este ultimo. Nada mas que atravesaron la puerta para subir al siguiente nivel una gran sombra se precipita encima de ellos haciendo que Sombra gris se encabrite. El rey Brujo de Angmar y su bestia alada.

•-¡vuelve al abismo!- grita Gandalf- piérdete en la nada que os espera a ti y a tu señor.

•-¿ no reconoces la muerte cuando la ves anciano?-su voz hace que Pippin suelte un grito – este es tu final.

•El rey brujo saca una espada que prende fuego y a su vez Gandalf coloca su bastón para protegerse pero este se rompe por el poder que emana del brujo. Tanto Gandalf como Pippin caen del caballo desorientados, el hobbit logra levantarse pero el mago sigue rendido en el suelo. El Nazgûl se acerca a el, Pippin pretender interponerse pero un grito de la bestia alada lo detiene dejándolo en el sitio como si de una estatua se tratara.

•- has fracasado, el mundo de los hombre caerá.

•Gandalf con puro terror mira al Brujo el cual alza su espada para acabar con el mago, pero el sonido de un cuerno lo interrumpe, mira hacia un lado y ve el ejercito que se aproxima a la cima de la ladera. Pero lo que mas le importar al rey Brujo de ese ejercito es el poder oscuro que emana de una persona, un poder del que por fin se puede adueñar.

•- la elfa- gira la cabeza para volver a mirar al Gandalf- por fin...

•Dejando que las palabras floten en el aire el Nazgûl alza el vuelo hacia campo abierto.

•- oh no, Keira.

                                                                                Keira

•Cuando llegamos a los alto de la ladera los cuernos suenan anunciando nuestra llegada. Cuando formamos filas me quedo en la primera aun al lado de Éowyn y Merry, lo que se ve es desbastador, dos o tres niveles arden y miles de orcos se amontonan delante de los muros, es una masacre. Theoden comienza a organizar a sus comandantes y luego se dirige a todos.

•- avanzad sin temor a la oscuridad, luchad, luchad jinetes de Theoden- se pone delante de nosotros y Éowyn aparta la cabeza para que no la reconozca- caerán las lanzas, se quebraran los escudos, curva estará la espada. ¡ Rojos en el día hasta el nacer del sol!.

•Sus palabras hacen que los otros soldados cojan ánimos y fueras, pero yo aun no soy capaz de apartar la mirada de la devastación que tengo delante, me imagino a las mujeres y niños corriendo y gritando desesperados y no puedo evitar pensar si eso mismo seria lo que paso en El Bosque Blanco.

 •- ¡cabalgad, cabalgad, cabalgad hasta la desolación y el fin del mundo!- Theoden avanza un poco hacia adelante- ¡MUERTE!- todos gritan con el- ¡MUERTE!

•-¡MUERTE!- me uno a sus gritos gritando tanto como puedo. Pronto me reuniré con Legolas y los otros, es el único animo y consuelo que tengo.

•- ¡ADELANE ROHIRRIM!.

•Los cuernos vuelven a sonar y todos nos lanzamos a la batalla. Al principio no recibimos ningún ataque de nuestros enemigos, pero cuando ya estamos a mitad de camino las flechas empiezan a llover por todos los lados, muchas se clavan en el suelo, pero muchas otras terminan hiriendo a soldados y caballos, los cuales ruedan por el suelo como marionetas sin cuerdas que las sostengan. Llegamos a las filas enemigas y dejan de tirar flechas para salir corriendo pero no les sirve de nada, decenas de orcos quedan aplastados bajo los caballos y los que se libran entre los huecos de un caballo a otro les logro dar con las dagas y terminan igual que sus compañeros.