Malditos Celos

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•Mientras nos dirigimos a las cuadras y después que yo me quejara de que no teníamos ni un minuto de descanso, Gimli siguió mi iniciativa y empezó también con su ronda de quejas.

•- el abismo del Helm, huyen a las montañas cuando deberían plantar cara. ¿Quién los va a defender si no es su rey?.


•-solo obra deseando en el bien de su pueblo- le responde Aragorn- el Abismo de Helm le salvo en el pasado.


•-es una ratonera sin salida- dice Gandalf cuando llegamos a los establos- Theoden los lleva a una trampa con la creencia de que allí estarán a salvo, solo conseguirán una masacre- continua mientras monta a sombra gris – Theoden es de regio carácter, pero temo por el, temo por la supervivencia de Rohan. Te necesitara llegado el momento Aragorn. El pueblo de Rohan te necesitara, sus defensas deben resistir.


•-resistirán- le dice el.


•- el peregrino gris, así solían llamarme. Tres mil vidas de hombres e ollado esta tierra y ahora me falta tiempo. Espera mi llegada con la luz del quinto día, al alba mira al este.


•Con estas palabras Gandalf en lomos de Sombra gris sale a galope tendido del establo llevándonos casi por delante a Legolas, Gimli y a mi. Siempre e visto a Gandalf de aquí para allá con prisas, pero como esta vez nunca.


•Junto con otros soldados decidimos en que ayudaremos, Legolas y Gimli deciden ir a ayudar con las armas y Aragorn e yo nos quedamos en los establos cargando sillas y sacando caballos. Un rato después mientras estaba cargando una montura en un carro empiezo a oír a hombres gritando, de repente gritan «cuidado» cerca de mi y me giro rápidamente para ver a un caballo negro venir corriendo en mi dirección desbocado.


•La gente me empieza a decir que me aparte, pero no me muevo ni un milímetro aunque el caballo este a diez escasos metros de mi.


•-Sérë- y con solo decir eso el caballo se detiene enfrente de mi.


•- lo siento mucho mi señora- coge al caballo por las riendas pero este ultimo se encabrita y se suelta- esta yegua no tiene remedio nadie es capad de controlarla, mis disculpas.


•- tranquilo. ¿me la dejarías?- me mira sorprendido- ¿si fuera capad montarla podría cabalgar en ella?.


•-desde luego , pero será imposible.


•- ¿Cuál es su nombre?.


•-Tormenta, mi señora.


•Le doy las gracias con la cabeza y cojo las riendas de Tormenta. Se intenta soltar pero enseguida se relaja.


•- shhhh.... Calma pequeña- le digo mientras le acaricio el lomo- buena chica... eres preciosa.


•Es preciosa, tiene un pelaje negro brillante, una crin y cola largas también tan negras como el carbón y de ella emana una gran energía y mucha fuerza. Con calma y muy lentamente me subo a su lomo y hago que camine un poco, en ningún momento me intenta tirar.

Un futuro A tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora