El anillo va hacia el sur

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•Estoy corriendo por el bosque de siempre y la misma sombra esta por alcanzarme, pero ahora en vez de pisar tierra piso agua y me hundo. Por mas que intento nadar hasta la superficie no puedo, me hundo.

•Pero de repente una sombra con la mascara de metal me vuelve a mirar con esos infernales ojos naranjas. Intento huir pero viene hacia mi, cuando estoy llegando a la superficie la falta de aire se apodera de mi y me es imposible llegar arriba, noto como lentamente me hundo y toco el fondo del lago. La sombra se coloca encima de mi y me susurra al oído:

•-Ash nazg durbatulûluk, ash nazg gimbatul, ash nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul.

•Me despierto sudando entre las sabanas, me levanto de golpe y voy a lavarme la cara, cuando me la seco me miro al espejo y me quedo de piedra. Por mi mejilla derecha se extienden un montón de finas venas negras y mi ojo derecho esta completamente negro. Me lavo a conciencia la mejilla, froto y froto hasta que mi piel esta roja y tengo algún que otro arañazo. Pero aun así siguen hay y el ojo toma un tono grisáceo.

•Estresada cara el espejo veo como lentamente se quitan de mi cara y cuando finalmente no hay nada respiro un poco mas aliviada. Nunca me había pasado, por los brazos casi siempre pero de esta manera en la cara y el cuello jamás. Me acerco a la ventana y veo que todavía acaba de empezar a amanecer, el cielo tiene un precioso tono naranja.

•Me visto y dejo mi pequeño paquete en el suelo con todas mis cosas y salgo de la habitación. Para una vez en mi vida se que voy a hacer aquí ahora mismo, numero uno: me muero de hambre, y numero dos: me arde la mejilla. De tanto rascar me hice una pequeña herida y sangra un poco. Me encuentro a un elfo que sale de un pasillo discutiendo el solo.

•-¡maldito niñato! Que se lo diga a su padre. Claro...¡como es tan fácil hablar con el rey!- ¿Qué rey?- ahora al principito del Bosque negro le da por irse de aventuras y soy yo el que se lo tiene que decir al mal humorado de su padre.

•Pasa de largo sin mirarme, lo sigo con la mirada, de repente detrás de mi se oye una voz y tanto el elfo cabreado como yo nos asustamos.

•-te oigo perfectamente Rómulo, si te lo encomiendo a ti es por que confió plenamente en ti- me giro y veo a Legolas- se como es mi padre, pero no hace falta ir gritándolo por todo Rivendel, a parte de nosotros también hay gente que madruga.

•Legolas me mira y el tal Rómulo se percata de mi presencia y enrojece.

•-lo siento mi señor Legolas, el mensaje será entregado a su padre.

•¿mi señor que? ¿principito del Bosque negro? ¿el rey Thandruil?. Miro a Legolas y el se acerca a mi.

•-¿no esta aquí el, no?.

•-tranquila no, Rómulo se marcha hoy y le tenia que entregar el mensaje de mi partida con la comunidad.

•Me encojo de hombros y vuelvo a reaccionar.

•-¿eres el príncipe del Bosque negro?.

•-si... ¿cambia tu opinión de mi?.

•-de momento no tengo ninguna, no te ilusiones- caminamos unos pasos- ¿tu padre no te deja marchar?.

•-la decisión esta tomada, da igual lo que diga- suelta un suspiro- pero tiende a ser sobre protector, injusto y algo melodramático si se puede decir así.

•Intento aguantar la risa.

•-ríete, es verdad. Sera mi padre y el rey pero monta muchos dramas- los dos nos reímos- ¿A dónde ibas?.



Un futuro A tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora