Epilogo

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•Dos años después de volver de nuestra gran aventura juntos y vivir en el Bosque Negro, Legolas y yo decidimos volver a fundar el reino del Bosque Blanco junto algunos elfos que vinieron con nosotros, Thandruil estuvo de acuerdo desde el primer momento y nos dijo que el nos ayudaría en todo lo que fuera. Ya hace dos años de esto y el Bosque Blanco vuelve a ser el reino luminoso que conocí, todas las plantas están llenas de flores, todo el mundo es feliz y la música suena por todas las esquinas de la ciudad.

•Estoy en el patio de atrás del castillo, es primavera y toda la hierva tiene un color verde brillante, menos un circulo donde esta quemada, hace cuatros años que la hierva no crece ahí, no crece desde que Melkor intento matarme en mi ultima pesadilla, cuando miro ese circulo me doy cuenta de que tan reales eran esos sueños. Solo yo se porque no crece la hierva ahí, nunca le he dicho a nadie que fue culpa mi, que yo la queme, ni siquiera a Legolas. Tampoco nunca le conté que el fue el rayo de sol que me saco de las tinieblas que casi me matan... ¿ porque no lo hice?, no lo se. Supongo porque todo eso ya quedo atrás y no quiero recordarlo mas de lo que ya lo hago.

•- ¡ mama, mama!.

•Bueno se que antes dije que Thandruil no había puesto ningún inconveniente en nuestra partida, pero si hubo uno, no quiera que su nieto, su ojito derecho, se fuera de su lado. 

•- mira lo que papa me a hecho en el pelo.

•Fëanor se detiene delante de mi y se da la vuelta para que pueda ver su pelo trenzado con unas cuantas flores amarillas, entre su pelo negro parecen rayos de sol.

•- es precioso cariño, papa es un artista.

•- eso siempre lo hemos sabido.

•Legolas se pone a mi lado y me rodea por los hombros con un brazo.

•- y que también es un presumido.

•- también.

•Me da un sube beso mientras pasa su otra mano por mi vientre.

•- ¿ cando voy a poder ver a mi hermanito mama?.

•- aun falta un poco Fëanor, pero muy pronto podrás cuidarlo muy bien.

•Sus brillantes ojos azules me miran mientras su rostro se ilumina de pura felicidad, lleva así desde que supo que Legolas y yo esperábamos otro hijo y el será un hermano mayor.

•-¿ que os parece si damos un paseo?- Legolas lo coge en brazos- vamos a por tu arco campeón.

- ¡si!, vamos a tirar con el arco.

•Ellos comienzan a caminar hacia es castillo, me quedo atrás mirándolos, Legolas es el padre perfecto, nunca lo he dudado y lo demuestra día a día.

•- ¿ vienes Keira?.

•- si ya voy.

•Los alcanzo y cojo la mano que el me ofrece.

•- te amo mi reina...

•- te amo mi cielo...

                                                                                       FIN

Un futuro A tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora