—Simón, por favor, te pido que no me juzgues.
—¿Qué no te juzgue? Luna, es con tu hija con quién estás jugando— me recordó Simón.
—Lo sé, por ella lo hice.
—¡Por ella! ¿Crees siquiera que ése infeliz pueda querer a MS? Lo más probable es que regresó porque se vio entre las duras y las rocosas y necesitaba dinero.
—Él es el padre de Mégane y ahora ya no puedo escondérselo.
—¡Claro que puedes! Sólo tiene dos años, ¡se le olvidará rápido!
—¿Cómo puedes hablar así? Es hora de hablar rudo, Simón. Mégane no es tu hija y nunca lo será esté o no Matteo.
—¡De eso ya me di cuenta! Sé que ella es mi prima, y aunque yo te amo, esa niña se ha ganado mi cariño aún más que tú y no dejaré que ni Matteo, ni siquiera tú pongan en riesgo su seguridad. ¿Ya viste a esa mujer, la tal Daniela? ¡Traía unas fachas de drogadicta perdida! Sabe Dios en qué tipo de burdel de mala muerte la encontró ese mal nacido.
—¡Por favor, Simón, no me creas tan estúpida! ¿Acaso piensas que le entregaré a la niña en bandeja?
—No lo haces por ella, desgraciada egoísta, todo es por ti. Acéptalo, Luna, ¡lo sigues amando!
—¡Esta conversación ha concluido!— salí de la cocina con Még en brazos y subí a la habitación con ella.
Le quité la ropa y la metí en la bañera. Era tan agradable verla balbucear y jugar con sus juguetes de goma.
—Papi, mami, yo —decía haciendo un conteo de sus juguetes. Yo era el pato, Matteo el barco y ella la muñequita rosa— Y tío SJ— tomó la esponja de baño.
—¿Y tía Itzitery?
—Tía Itzitery— tomó la botella de shampoo.
—¿Tú quieres a tía Itzitery?
Mégane asintió.
—Cathy eh Dani eh Jod eeh tú —comenzó a chapotear en el agua— Mami eh papi —tomó el barco y el pato— Mua mua mua —unía ambos juguetes simulando besos— Mami eh tío SJ, mua mua mua.
—Wow, vaya concepto tienes de tu madre, Sol— la saqué del agua y luego de vestirla la recosté en la cama y se quedó dormida.
Baje las escaleras y me encontré con Simón y una flor en su mano derecha. Solté un suspiro mientras descendía la última grada.
—Hola, Lu.
—Hola, tío SJ— bromeé.
—Quiero pedirte disculpas por la discusión que tuvimos hace una hora— se acercó a mí obsequiándome la margarita. La tomé y le sonreí.
—Eres un tonto— lo jale del brazo y lo uní a mí.
El rodeó mi cintura con sus manos y me apegó más a su cuerpo.
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Malas Decisiones
FanfictionTercera Temporada de Niña Mal. •ADAPTADA• Estoy perdida, cada día más... El sol no sale por las mañanas y la luna tampoco lo hace por la noche. El frío inunda mi débil cuerpo y el desprecio sobresale de mi vida más que cualquier otro sentimiento de...