Capítulo 6

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Kara POV:

- ¿Qué pasa aquí? ¿Qué es todo este escándalo? –dije al acercarme al área de urgencias mientras alisaba con mis manos la bata blanca que me coloque justo cuando Nia me abandono, pero en cuanto llegue vi a una chica gritando como desquiciada cargando a un adorable bebé que lloraba y se asustaba al ver a la chica gritando.
- ¿Es usted ciega o qué? La bebé tiene fiebre y al parecer aquí están demasiado ocupados como para darnos el pase.
- Señorita, ya le d...- expresó la señorita de la recepción.
-Tranquila, ya me encargo yo. – dije entrecerrando los ojos mientras veía a la pelinegra con los ojos verdes más hermosos que he visto.
- ¿Empezarás justo ahorita? ¿Estás segura? – murmuro Nia cerca de mi oído.
-Claro que sí, acompáñenme por favor. – dicho esto comencé a caminar lentamente mientras buscaba un consultorio vacío y también para esperar a que la chica y al que creía era su esposo, me siguieran el paso.

Al encontrar un consultorio y asegurarme que también entraran ellos en él, cerré la puerta y les ofrecí asiento mientras yo preparaba algunas cosas, una vez que las prepare tome asiento y saque un bloc de notas para hacerles algunas preguntas de rutina e ir anotando datos importantes sobre ella.

-Bueno, comencemos. Soy la Dra. Kara Danvers, directora del hospital, ¿Cómo se llama esta preciosura? – señalé a la bebé que tenía una cara que me resultaba conocida y le sonreí, dándome cuenta de que ya había dejado de llorar, pero aún tenía algunas lágrimas en su cara.
-Su nombre es Lexa, Lexa Luthor. - comentó la chica pelinegra con su ceño ligeramente fruncido.
-Lindo nombre, y bien ¿Lexa cuántos meses tiene?
-Tiene 8 meses. - respondió la chica tomando las manitas de Lexa con las suyas, haciendo que la bebé riera.
- ¿Sigue Lactando?
-Mmhh no...- cuando me dijo eso pude notar como se removía incómodamente en su asiento y el tipo con el que venía le dijo algo cerca de su oído, ella le respondió negando con la cabeza, yo solo pude fruncir el ceño al ver esa escena.
-Bien, ¿pueden sentarla en la camilla para poder examinarla mejor?

Espere que se pararán ambos padres, pero solo pude ver que se paraba ella de su asiento aproximándose a la camilla que le indique, mientras sentó a Lexa y me acerque a ellas.

Tome el termómetro que se encontraba en el bolsillo derecho de mi bata y lo coloque justo debajo del brazo de la pequeña , espere a que el sonido del termómetro me marcara su temperatura. El aparato emitió el sonido y lo retiré verificando los dígitos que me arrojaba. Quite el estetoscopio de mi cuello y lo coloque correctamente en mis oídos y lo acerque a su pecho.
-Tal como lo pensaba, no tiene fiebre. Tampoco noté nada extraño en su pecho y espalda. - dije mirando a su madre mientras me colocaba nuevamente el estetoscopio en mi cuello.
- Pero... ¿cómo?, Si hace un rato su cuerpo se sentía muy caliente y no paraba de llorar.

Me retiré un momento del consultorio y fui por un abatelenguas, al regresar la pareja conversaba y cuando me vieron se callaron. Él tipo puso toda su atención en su celular, raramente volteaba a ver a la bebé, ¿es que acaso no le importaba su hija? De nuevo me aproxime a la camilla e intente ver dentro de su boca, la encía enrojecida e inflamada me pudo confirmar lo que me sospechaba.
- ¿Ha estado un poco irritable últimamente?
-Sí, un poco.
-Y... ¿ha mordido y babeado cosas más que de costumbre? - pregunte mirando a la niña que ahora jugaba con el estetoscopio que colgaba de mi cuello.
Pareció pensarlo un poco mientras miraba al suelo y con una mano sostenía a Lexa que seguía sentada en la camilla.
-Sí, creo que sí. - dijo finalmente luego de pensarlo por un momento.
Volteé a ver al tipo calvo en espera de alguna respuesta distinta a la de ella y lo único que percibí fue una risa que se dirigía a su celular, por instinto también vi a la pelinegra que también lo observaba a él, y al notar su falta de interés giró los ojos.
-Bueno, lo que tiene Lexa no es preocupante, de hecho, es muy normal para su edad, su muela está brotando y aunque no es común que la dentición cause fiebre, en algunos casos puede provocar un ligero aumento de temperatura corporal. – cuando le comenté eso ella pareció dar un suspiro de alivio y por alguna razón eso me hizo sonreír.
- ¿Entonces estará bien?
-Claro, le recetare algo para calmar su dolor un poco. - caminé hacia mi asiento nuevamente y le hice una seña con mi mano para que se sentara también. Tomé un bolígrafo del bolsillo de mi bata y comencé a escribir en mi bloc de recetas.

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