"Un accidente deja huérfanas a Lena y su hermana Lexa de apenas 7 meses, sus padres deciden dejar a cargo a la Luthor mayor de la custodia de la pequeña y de los negocios familiares, haciendo que su vida cambie de un momento a otro, tendrá que mudar...
-Al parecer hay un sobreviviente del accidente de auto que tuvieron los Luthor...
Todos en la sala nos manteníamos asombrados ante las palabras dichas por la agente Sawyer.
Lena no emitía palabra, pero su mirada se encontraba perdida, seguramente procesando la situación, sus lindos ojos estaban cristalizados por las lágrimas que amenazaban con caer, pero a la vez algo me decía que estaba atenta a lo que se estaba desarrollando en la sala.
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-Pero, ¿Qué estás diciendo, Sawyer?- dijo el juez con el ceño fruncido.
-Como lo escuchaste, pero creo que eso debería hablarlo en privado con la señorita Luthor. Lo único por lo que estoy aquí es para que no se cometa una injusticia, la menor de los Luthor no debería estar a cargo de la señora Leinard.
-¿Y qué sugieres?- preguntó el juez a la latina.
-Yo no sugiero nada, yo solo vengo a llevarme a la señora Leinard.- camino con precisión hacia el lado de la sala en el que se encontraba la abuela de Lena, la mano de la agente Sawyer paso por detrás de su cinturón y sacó de ahí unas brillantes esposas.- Leinard Luthor queda detenida por intentar obstruir la investigación sobre el caso Luthor.- Sawyer se colocó por detrás de la vieja bruja, pasando ambos brazos por detrás de su cintura, las esposas emitieron un "click", señal de que estaban aseguradas.
-¡¿Pero que crees qué haces muchachita estúpida?!- dijo Leinard muy enojada intentando soltarse de las esposas que le colocó la agente. Hizo un gesto con el ceño fruncido hacia su abogado para que intentase ayudarla pero el tipo se veía peor que antes, su cuerpo temblaba, su piel se veía muy pálida y su cara demacrada mostraba los signos de que no se encontraba bien.
El hombre intentó abogar por Leinard pero justo antes de que hablara una arcada hizo que su corpulento cuerpo se doblara en señal de que iba a vomitar.
Y lo hizo.
Vomitó.
Justo sobre los blancos y elegantes zapatos de tacón que vestía Leinard.
Media sala guardó silencio ante la escena y la otra mitad emitió un sonido de asombro.
El juez se llevó una mano a la cabeza en señal de aparente estrés.
-¡Serás imbécil!- gritó Leinard aún luchando contra las esposas y con el rostro rojo del enojo hacía su abogado.
-¡Orden en la sala!- El juez golpeó el mazo contra la dura madera haciendo que todos pusiéramos nuestra atención en él.- Lo mejor será que este caso se cierre de una vez por todas. Señora Luthor...
Lena observaba con suma preocupación al juez, sus manos aferradas a la mesa demostraban cuán nerviosa se encontraba por conocer el veredicto final.
