"Un accidente deja huérfanas a Lena y su hermana Lexa de apenas 7 meses, sus padres deciden dejar a cargo a la Luthor mayor de la custodia de la pequeña y de los negocios familiares, haciendo que su vida cambie de un momento a otro, tendrá que mudar...
Es viernes por la tarde y nos encontramos en la pista de aterrizaje donde está estacionado el avión privado de la empresa. Lena y yo estamos de pie junto a la escalera esperando la llegada de Sara y Ava, quienes se retrasan según el último mensaje de Ava. Mientras tanto, Oliver charla con el piloto. Observo a Lena fruncir el ceño hacia su celular y negar enojada por algo. Antes de poder preguntar soy interrumpida por el sonido de las puertas de un coche cerrándose; Sara y Ava llegan, bajan su equipaje del maletero y caminan hacia nosotras. Nos saludamos y abrazamos.
-Sentimos el retraso, fue culpa de Sara porque no podía dejar de despedirse de Beebo. La vecina tuvo que cerrarle la puerta en la cara.
-¿Beebo? - pregunté confundida mirándolas.
-Si, ¿Lena no te contó sobre mi perro?
-Ups, creo que lo olvidé.
-Bueno, Beebo, como lo llamé, me siguió ayer antes de reunirme para desayunar con Lena, así que decidí adoptarlo. Lo dejamos al cuidado de mi vecina durante el fin de semana. - Sara sacó su celular y me mostró una fotografía de su perro y una gran mata de pelo negro asomaba por la pantalla.
-Oh, que lindo es. Parece un chico encantador. - dije enternecida mientras admiraba la fotografía.
-Oh, si. Un chico encantador. - dijo sarcásticamente rodando los ojos. - Y tal parece que soy su menos favorita, ya que decidió orinar en mis tacones rojos de charol favoritos.
-Cariño, piénsalo de esta manera, te hizo un favor ya que esos zapatos eran horrendos.
-¡Como te atreves! - se ofendió.
-¡Bueno, basta! Será mejor que subamos. – Tomé la mano de Lena y la guié hacia adelante para que subiera delante de mí.
Detrás de nosotras, Sara y Ava subían en las escaleras, mientras Oliver se encargaba de su equipaje.
-¡Wow! Esto es mejor de lo que creí. - exclamó Sara admirando el interior.
Examiné el lujo que nos rodeaba en el avión privado. Los asientos de cuero color crema formaban áreas íntimas para sentarse, mientras que una elegante alfombra azul marino se extendía, amortiguando nuestros pasos y los de la asistente de vuelo, quien estaba elegantemente vestida con un conjunto del mismo tono.
Lena me había comentado antes de llegar aquí que, además de la cabina principal, el avión también contaba con un dormitorio, un baño completo, un área de reunión para cuatro personas y una mesa de comedor.
Sin duda el señor Luthor realizó una buena inversión.
-¿Verdad que si?- comentó Lena tomando asiento a mi lado junto a la ventana.
Al instante en que se sentó, tomé su mano para entrelazarla con la mía. Aunque ella sonrió por mi gesto, su celular volvió a sonar, llamando su atención. Frunció el ceño y gruñó frustrada.
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-¿Está todo bien?- pregunté en referencia a su llamada.
-¿Lexa está bien?- Preguntó Ava.
Esta mañana organizamos todo en el penthouse. Linda se quedaría para cuidar a Lexa y pasar la noche en la que fue mi habitación. Caitlin visitaría durante algunas horas al día para asegurarse de que todo estuviera en orden.
-Si, ella está bien.
-¿Entonces por qué estás así? ¿Qué te tiene molesta?
El celular de Lena volvió a sonar, captando la atención de todos. Ella nos mostró la pantalla y el nombre en la misma se iluminó.
