"Un accidente deja huérfanas a Lena y su hermana Lexa de apenas 7 meses, sus padres deciden dejar a cargo a la Luthor mayor de la custodia de la pequeña y de los negocios familiares, haciendo que su vida cambie de un momento a otro, tendrá que mudar...
Cuando Lena le dijo a su amiga Sara que se quería ir del club, me quede viendo cada movimiento que hacía, diablos... hasta podría jurar que vio como observaba todo su cuerpo de arriba a abajo y ahora ha de pensar lo peor de mi, como que soy una pervertida o algo por el estilo, pero cuando se acercó para despedirse de mi olí su perfume y podría jurar que ese aroma tan perfecto que parecía ser una mezcla de café, madera y vainilla lo había llegado a oler de antes, solo que ahora mismo no puedo recordar de donde.
Parada en la pista de baile a lado de Nia vi bobamente como Lena y Sara se iban del lugar balanceando sus caderas al ritmo de la música que ahora sonaba en el lugar rumbo hacia la salida, no fue hasta que un golpe en el brazo y unas palabras al aire me hicieron volver a prestar atención a mi entorno.
-Tierra llamando a Kara, ¿sigues respirando o tendré que llamar a una ambulancia porque te quedaste sin oxígeno?. -dijo Nia pasando la palma de la mano frente a mis ojos.-¿Qué diablos pasó con Luthor?.
-¿Qué pasó de que?. -dije haciéndome la desentendida.
-Pues se fue muy nerviosa y se veía apurada, ¿Qué le hiciste, Danvers?.
-¿Por qué asumes que le hice algo?¿Qué tal que ella me hizo algo a mi?.
-Buena jugada debo decir... pero ya en serio, ¿ella está bien?, Sara me dijo que ocurrió algo antes de que llegáramos a la mesa y temía que Lena estuviera algo decaída y no la pasara bien.
-Solo te diré que ella la pasó y está bien, o eso creo... pero ella se veía muy bien.
-¿De qué tanto hablaron cuando nos fuimos por los tragos? Porque si hablaron, ¿cierto? Hay algo que no me quieres decir, Danvers, y ten por seguro que lo sabré tarde o temprano, así que habla. -dijo Nia insistente con las manos a cada lado de su cintura.
-Mierda, te lo diré solo porque te conozco y sé que cuando se te meten ideas en la cabeza no hay nadie que te las pueda sacar, hasta conocer la verdad.
-No seas tímida y ya habla.
-Lena y yo nos besamos, puede que el alcohol fuera el culpable, pero yo no me arrepiento, ella besa tremendamente excelente, con esos suaves y delicados labios que tiene y que saben tan bien. -dije ensimismada pensando en cada detalle de aquel beso, el como se movían y encajaban nuestros labios, el sabor a cereza que provenía de sus labios que me volvían loca.
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-¡No puede ser!, pero, ¿cómo fue? Requiero detalles precisos... ¿Kara? ¿Sigues ahí? Ay dios, ya te volví a perder.
-¿Qué decías? Porque mejor no nos vamos y te explico todo lo que quieras en el camino, creo que el alcohol me está afectando porque veo que giras como una linda bailarina. ¡Nia, eres una bailarina!.
-Si, creo que mejor nos vamos...
Salimos del lugar y nos montamos en un taxi, ambas habíamos bebido así que preferimos evitar accidentes. El taxi me dejó primero a mi en el hotel y al llegar me quité el vestido y me metí en mi pijama, puse mi alarma y al recibir el mensaje de Nia avisándome que llegó sana y salva a su casa caí rendida inmediatamente en un sueño profundo, que fue interrumpido horas después por la misma alarma que había puesto en cuanto llegue.
