Capítulo 8

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Kara POV:

Luego del primer día tan estresado y complicado que tuve ayer y tras tener que firmar cientos de documentos, juntas con empleados y jefes de pisos del hospital, me pude ir a mi habitación en el hotel a descansar no sin antes tomar un relajante baño que me hizo dormir como un bebé.

Hoy presiento que será un buen día, omitiendo que al llegar al hospital Nia me interceptó en la entrada de mi oficina y me obligó prácticamente a aceptar salir con ella por la noche, aunque no es que no me agrade salir con ella ya que estuvimos mucho tiempo lejos sin vernos y tras su larga insistencia y que ésta bloqueará la puerta de mi oficina con su cuerpo, termine aceptando.

Ser directora de tan prestigioso hospital tenía sus ventajas, ya que mi contrato me permite atender pacientes, siempre y cuando terminara con mi trabajo como directora, así que luego de terminar de firmar otros cientos de papeles fui a urgencias para ayudar un poco. Aunque no es una obligación como tal, quiero dedicar un poco de mi tiempo en atender a esos pequeños humanos, siempre fui buena con ellos y por lo mismo decidí especializarme en esta bella rama de la pediatría.

Sentada en mi oficina terminando mis últimos pendientes frente a la pantalla de la computadora, escucho un toque en la puerta que desvía mi atención de lo que hacía anteriormente así que solo grito un corto "pase", y tras decir eso Nia asoma la cabeza por la puerta y decide entrar completa con un café en sus manos que agita frente a mi.

Sentada en mi oficina terminando mis últimos pendientes frente a la pantalla de la computadora, escucho un toque en la puerta que desvía mi atención de lo que hacía anteriormente así que solo grito un corto "pase", y tras decir eso Nia asoma la ca...

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-Jefa, te he traído un café porque desde mi escritorio puedo escuchar tus bostezos que no son nada silenciosos si me permites decirte, además te quiero bien despierta para la noche.

-Gracias...-dije tomándolo de su mano y darle un trago con precaución.-Nia y por favor ya  te dije que pararas con lo de llamarme "Jefa", nos conocemos desde hace tiempo, así que entre nosotras ya hay mucha confianza y solo puedes decirme por mi nombre.

-Oh si ya lo sé, solo que me gusta molestarte con eso.

-Ya lo veo...y por cierto, solo termino esto y me cambio de ropa e iré a urgencias para ayudar un poco así que cuando termine tu turno me buscas ahí.

-Claro, jefa.-dijo eso mientras salía corriendo de mi oficina y yo solo pude soltar una risita y volví con mi deber.

Pasaron 40 minutos y ya me encontraba en el elevador cambiada y lista con mi bata blanca para ir a urgencias, hasta que siento que el elevador se detiene en el segundo piso del edificio, las puertas se abren y entra un chico alto de cabello castaño que sonríe al verme, yo por educación le devuelvo la sonrisa y me aparto un poco dentro de aquella caja metálica bajando la vista hasta que noto que sostiene su mirada sobre mi.

-Disculpa, ¿eres nueva por aquí? No creo haberte visto antes y claramente no podría olvidar un rostro tan lindo como el tuyo.

-¿Me hablas a mí?.-pregunté mientras metía las manos dentro de mi bata.

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